Aquí empieza a haber una pauta. Por segundo día consecutivo La Razón habla en su portada de "los muros" de Eme Punto. Ayer fue en una esquinita de la parte superior derecha. Hoy es en el titular de apertura: "Rajoy hace llegar al PP que «hay muros» para evitar su imputación". En la información correspondiente de las páginas de interior, hay que bucear un poco para llegar a la miga. Una vez más, se habla con descaro de amigos bien situados: "En el PP quieren confiar en que Rajoy tiene «influencias» en el ámbito judicial y sostienen que «los muros de contención llevan tiempo puestos y son firmes», una confianza que les viene de la información que les trasladan, por vía interpuesta, desde el «aparato» señalado por la investigación policial y judicial".

Por lo demás, la tesis del periódico al que acaba de volver Anson es la oficial de Génova. "El pasado no afecta al presente del PP", reza uno de los editoriales menores que concluye así: "Hay, pues, un nuevo PP, el mismo que ha derrotado de manera contundente a la izquierda en Madrid". Hoy hace un mes de eso, por cierto.

No es extraño, por tanto, que el director en persona, Francisco Marhuenda, tire por idéntica letanía: "El último resquicio son los escándalos del PP, pero el problema es que es algo antiguo que no afecta, ni directa ni indirectamente, a la actual dirección de este partido encabezada por Pablo Casado".

¿Y qué dice el resto de la prensa de orden de este marrón? Pues en las páginas de opinión, prácticamente nada. Y en las de información, simplemente se refleja la tozuda negativa de Pablo Casado a responder cuando se le preguntó ayer en Ceuta. Lo anoto como curiosidad.

Por lo demás, Diestralandia sigue sesteando con el comodín de los indultos y la excursión prevista a Colón para el domingo 13. De lo primero, les copio y pego lo que anota Iñaki Ellakuria en El Mundo: "Es evidente que el indulto entregará otra victoria simbólica al separatismo, que lo presentará como una amnistía de facto, la claudicación del Estado y la prueba de que eran «presos políticos». Fuegos de artificio en la batalla de propaganda que no deberían hacernos olvidar que la verdadera anomalía española, salgan o no de la cárcel, es que el independentismo disfruta de la inmunidad para regir Cataluña como una hacienda propia y al margen de la Constitución".

Aprovechamos el bostezo para liberar otra soflamilla del pelo. Esta la firma Ana Isabel Sánchez en ABC: "Indultar y rebajar el delito de sedición traslada el mensaje de que todo es negociable, incluso los atentados contra la Constitución. Sánchez pasará la Historia por derruir la única barrera de contención eficaz contra el secesionismo y muy, probablemente, con un resultado tan lamentable como el de lechera de Samaniego".

El resumen y corolario es que hay que sumarse a la concentración de Colón. Y les llaman "cayetanos", que no les duela, viene a decirles, también en ABC, Agustín Pery: "Así que respire hondo, sonría y, si decide sumarse a la protesta en Colón contra la medida de gracia a los presos del 1-O que pretende el Gobierno para asegurarse el sustento independentista, grite conmigo: «¡Soy un cayetano, viva la madre que me parió!». Tranquilo, los efectos secundarios no son preocupantes".

Nos queda sitio para una arenga más. Esta es obra de Julio Valdeón: "Digan lo que quieran los tramposos, los untados por la panoja gubernamental y los abonados al rencor, no habrá verano ni mucho menos salida a una crisis multifactorial mientras mande en Moncloa el rey de los tahúres, coaligado con todos los sectarios. A la calle, a Colón, porque no nos desmantelen lo que tenemos. A la calle porque a la injuria de la muerte y la devastación del hambre no podemos añadir la voladura del Estado de Derecho".

Para el final les he reservado un titular de los de parar las rotativas. Lo trae bien destacado El Español de Pedro Jota: "El 76% de los votantes murcianos de Vox, a favor de unificar el centro derecha en un solo partido". ¿Cómo se les queda el cuerpo?