En principio, es cuestión de números. Mantener el impuesto de patrimonio sale más a cuenta para las arcas públicas que incorporar el de grandes fortunas. Y esa posibilidad es la que están negociando PNV y PSE. Sí, negociando, aunque la prensa de orden ya da por hecho que se vuelve a romper España y que los vascos se van a volver a forrar.

"[La CAV y Navarra] no participan de manera proporcional en la solidaridad nacional, de forma que sus ciudadanos reciben del erario más que el resto de los españoles"

Editorial (El Mundo)

Concesión al PNV con el impuesto a los ricos”, grita el editorialista de El Mundo. Lo gracioso es que entre la letra menuda se destaca en un sumario que dice “En la comunidad más próspera se negocia no aplicar el gravamen”. O, sea, que no está hecho, pero es jamás fue obstáculo para soltar la papilla ideológica de rigor, según la cual, en la CAV y Navarra vivimos a costa de España: “Pero una vez más se amplía la distorsión en la financiación autonómica. Esto sí que urge enderezarlo. El País Vasco y Navarra mantienen sistemas fiscales diferenciados dentro de la unidad de España, únicos en la UE por sus características. No participan de manera proporcional en la solidaridad nacional, de forma que sus ciudadanos reciben del erario más que el resto de los españoles. Esto sí es desigualdad”.

"El acuerdo se llevaría al Concierto, por supuesto, y convertiría al País Vasco, aun más, en un paraíso fiscal dentro de España"

Hughes (ABC)

En ABC, el columnero que Hughes se ocupa del asunto, demostrando que entiende tanto de la singularidad fiscal foral como de los métodos de pesca de arenque en Noruega. Pero eso se tapa con el blablablá de rigor: “El acuerdo se llevaría al Concierto, por supuesto, y convertiría al País Vasco, aun más, en un paraíso fiscal dentro de España. Más rentas irían allí drenando la riqueza del resto de regiones y perpetuando en ley la desigualdad. Al lento expolio fiscal del Concierto y al dominio político que propicia el sistema electoral y la nefasta Constitución, habría que sumar este añadido fiscal. El dumping blindado se añade al blindaje lingüístico que convierte al eusquera en barrera de entrada y exclusión”. Ostras, también el euskera. Se ha marcado un completo el amanuense.

Esa es una de las cuitas del día del vetusto diario. La otra es la que berrera a todo trapoen su primera: “El proyecto ideológico del gobierno a base de reformas penales”. ¿A qué se refiere? El subtítulo lo aclara: “Juristas denuncian que el «manoseo» del Código Penal «a golpe de telediario» tiene repercusiones sobre la seguridad jurídica, unidad y cohesión del sistema”. Como complemento, un editorial titulado “Deconstruir el Derecho Penal”.

Y por si no quedaba claro, el director, Julián Quirós, le arrea otra vuelta de tuerca a la doctrina, sin importarle pasarse de frenada comparando a el régimen actual con el franquismo: “El radicalismo de Sánchez y sus socios ha ido mucho más lejos, hasta penetrar en el Código Penal por todas sus costuras, forzando el sistema legal más allá de sus límites naturales; lo propio de un cambio de régimen. Porque se trata de eso. Algo parecido a lo que hizo el franquismo sin la legitimidad de las urnas pero con la misma convicción de victoria y anulación del adversario. Para quien le parezca exagerado o fuera de lugar, podemos sustituir franquismo por peronismo o bolivarismo”.

"Hemos de ser reeducados con esas leyes liberticidas que impulsan las marionetas de Iglesias"

Francisco Marhuenda (La Razón)

Ahí Quirós siega la hierba debajo de los pies de su colega, el director de La Razón, Francisco Marhuenda, cuyas columnas siempre incluyen alusiones rojas de todo tipo. La de hoy no es excepción: “La izquierda radical tiene una estrategia de adoctrinamiento social que quiere aplicar. Es bueno recordar que Lenin, uno de los mitos del comunismo, quiso corregir las tendencias de la sociedad rusa, ya que estaba en minoría, para obtener la mayoría por medio de la violencia, la dictadura y las leyes. Los ciudadanos somos borregos que tenemos que ser conducidos al redil. Hemos de ser reeducados con esas leyes liberticidas que impulsan las marionetas de Iglesias”.

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En el mismo diario, Enrique López, el eterno candidato del PP al Constitucional que un día reventó el alcoholímetro, carga contra el inquilino de Moncloa con la acusación de rigor: “Sánchez cree erróneamente que pasará a la historia por exhumar a un dictador cuando resulta que lo más trascendente de su mandato son sus intentos de enterrar la Constitución que pasado mañana cumple 44 años y que él juró cumplir y hacer cumplir. Son muchos los ejemplos de una pulsión autoritaria que desprecia, además de los principios más básicos de la convivencia plural en libertad, las reglas del juego de la democracia y las más elementales normas, no sólo de la ética, sino de la estética política”.

¿Se puede añadir algo más sobre Sánchez? Vaya que sí. Pregúntenle a Antonio R. Naranjo (El Debate), que cierra así la cosecha de entrecomillados de hoy: “No solo violadores y terroristas están de enhorabuena: también los golpistas pueden congratularse por la generosidad de Pedro Sánchez, que es Papá Noel, los tres Reyes Magos y el Olentzero a la vez, con una única condición: que el regalo sea infame y que el receptor lo sea aún más”.