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Presupuestos para una Navarra más justa, social y cohesionada

Presupuestos para una Navarra más justa, social y cohesionadaPatxi Cascante

Creo que debo ser claro y directo y voy a comenzar precisamente de esa manera para que no haya dudas: el Anteproyecto de Presupuestos Generales de Navarra para 2026 consolida un modelo de comunidad socialmente avanzada, pero también necesita reforzar la inversión transformadora, las políticas de vivienda y el compromiso con el empleo de calidad.

Este Anteproyecto de Presupuestos llega en un momento decisivo. Nos enfrentamos a un contexto económico y geopolítico incierto, marcado por conflictos internacionales, tensiones inflacionarias y desafíos estructurales que afectan al empleo, la industria y el bienestar de las familias trabajadoras. En este escenario, contar con unas cuentas públicas con vocación social y capacidad transformadora resulta esencial.

Desde UGT Navarra consideramos que el Anteproyecto de Presupuestos merece una valoración positiva, tanto por su incremento del 4,8% respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 6.741 millones de euros, como por su apuesta decidida por las políticas sociales. Son unos presupuestos que, en líneas generales, sitúan a las personas trabajadoras en el centro de las prioridades públicas y mantienen un firme compromiso con la cohesión, la equidad y la justicia social.

El 54,5% del gasto no financiero se destina a Salud, Educación, Derechos Sociales, Vivienda y Cultura, lo que consolida a Navarra como una comunidad con una clara orientación social. También se refuerzan el gasto de personal (+4,7%) y las transferencias corrientes (+5,2%), esenciales para sostener la calidad de los servicios públicos, aunque persiste un déficit en la inversión real (-0,3%) que deberá corregirse para garantizar una modernización efectiva de nuestras infraestructuras.

Empleo, derechos y seguridad en el trabajo

Uno de los aspectos más destacados es la dotación prevista para el Plan de Empleo 2025–2028, fruto del consenso alcanzado en el Consejo de Diálogo Social. Este instrumento debe ser el motor del desarrollo económico y de la creación de empleo de calidad, estable y con derechos. Desde UGT estaremos vigilantes para que cada euro presupuestado se traduzca en mejores condiciones laborales y en un refuerzo efectivo de la seguridad y la salud en el trabajo.

Pero existen dos cuestiones que a las que los presupuestos deben atender también. La primera es que, partiendo de que la siniestralidad laboral sigue siendo una lacra inaceptable y que ninguna persona debe perder la vida en su puesto de trabajo por incumplimientos empresariales en prevención, es urgente reforzar el trabajo conjunto contra la siniestralidad, dotado de recursos y respaldo político. La seguridad laboral no es negociable: es un derecho básico reconocido por la OIT y una exigencia ética para cualquier sociedad avanzada.

La segunda cuestión es que debemos, además, afrontar el reto demográfico y la falta de relevo generacional, especialmente entre los trabajadores autónomos. En los próximos años, más de 8.000 personas por cuenta propia se jubilarán en Navarra sin sustitución. Este fenómeno exige planificación y medidas de apoyo que garanticen la continuidad del tejido productivo.

Industria y transición justa

Los cierres empresariales vividos en el último año nos recuerdan que Navarra necesita una apuesta sólida por su tejido industrial, que representa el 31% del PIB foral. La industria es un pilar de estabilidad, empleo cualificado e innovación, y debe ser el eje de una transición justa hacia la economía verde y digital.

Valoramos positivamente que el anteproyecto ponga el foco en este sector y que se anuncie una futura Ley Foral de Industria, que esperamos se apruebe con el máximo consenso político. Esa ley debe garantizar empleos sostenibles y de calidad, vinculados a la transformación digital, la economía circular y la competitividad responsable. Navarra no puede seguir perdiendo empresas ni empleos industriales de alto valor añadido.

Sanidad, función pública y vivienda

En el ámbito sanitario, apoyamos la voluntad del Gobierno foral de reducir las listas de espera y reforzar la Atención Primaria y la salud laboral, pilares de un sistema público fuerte y equitativo. Pero estas medidas requieren planificación, estabilidad en las plantillas y recursos suficientes.

Es igualmente necesario avanzar en la negociación colectiva. El primer convenio de residencias y el convenio de centros de atención a la discapacidad llevan demasiado tiempo bloqueados. Urge dotarlos de financiación suficiente y cerrarlos cuanto antes, porque afectan directamente a miles de trabajadoras que sostienen servicios esenciales.

De igual forma, la reforma del Estatuto de la Función Pública no puede seguir aplazándose. Necesitamos plazos claros y un compromiso firme del Gobierno para garantizar condiciones laborales dignas y una Administración moderna, eficiente y motivada.

En materia de vivienda, reconocemos la voluntad del Ejecutivo de aliviar las dificultades de acceso, pero insistimos en que el esfuerzo presupuestario sigue siendo muy insuficiente. La vivienda se ha convertido en uno de los principales factores de desigualdad, y urge reforzar la promoción pública y el alquiler asequible con mayor ambición.

Infraestructuras, cohesión, fiscalidad y justicia social

El desarrollo equilibrado de Navarra pasa también por invertir en infraestructuras estratégicas. Resulta esencial avanzar en el desdoblamiento de la N-121-A, los túneles de Belate, la línea ferroviaria entre Landaben y Arazuri-Orkoien, el tramo de la A-15 entre Soria y Tudela, el tren de alta velocidad y el Canal de Navarra. Estos proyectos no solo mejoran la competitividad, sino que también fortalecen la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades.

Navarra cuenta con una situación fiscal razonablemente saneada –déficit del 0,87% y deuda en torno al 10% del PIB–, lo que permite mantener políticas expansivas. Pero para consolidar un modelo de bienestar sólido necesitamos una fiscalidad más progresiva y justa, que garantice que quienes más tienen contribuyan más.

Desde UGT defendemos un sistema tributario equitativo, sostenible y redistributivo, capaz de asegurar la suficiencia financiera de los servicios públicos y de financiar la sanidad, la educación, la vivienda y las políticas activas de empleo. La justicia fiscal es una condición indispensable para la justicia social.

Una base para seguir avanzando

En definitiva, el Anteproyecto de Presupuestos de Navarra para 2026 consolida un modelo de comunidad socialmente avanzada, pero aún hay margen de mejora. Desde UGT Navarra mantendremos un diálogo constructivo con el Gobierno y con los grupos parlamentarios para que las cuentas finales profundicen en su dimensión social y laboral, y para que el diálogo social y la concertación siga siendo el eje de desarrollo y cohesión que ha caracterizado el progreso de nuestra comunidad

Porque solo con más justicia social, más empleo digno y más igualdad construiremos una Navarra de futuro.

El autor es secretario general de UGT Navarra