Mendilibar tiene claro que necesita un grupo unido y cohesionado. Para conseguirlo no escatima en esfuerzos de todo tipo. Los que le conocen, afirman que en su busca de convencer a sus jugadores de su idea, es capaz de realizar charlas tanto con todo el grupo como uno a uno con los miembros de la plantilla. De esta manera, busca que su estilo ambicioso y dinámico cale lo más hondo posible dentro del vestuario.
Si consigue esto, el técnico suele obtener muy buenos resultados, como lo hizo en las dos primeras temporadas de Valladolid. Si los jugadores no apoyan a su entrenador, entonces es cuando al vasco le cuesta reconducir la situación, como ocurrió en la última campaña en el Valladolid. Pese a su destitución, la Junta del club le impuso la medalla de Oro y, cuando se comunicó la salida, más de 2000 personas le despidieron.
De puertas para fuera del vestuario es un firme defensor de sus jugadores, pero nunca les deja que la euforia se les suba a la cabeza. No tiene pelos en la lengua y si tiene que dar un toque público a alguno de sus jugadores, le da igual que sea la estrella: "Pedro León es un mendrugo", llegó a decir cuando el extremo estaba en un mal momento de la temporada. Eso sí, los jugadores son los primeros en recordarle. "Mendilibar tiene mucha culpa de que yo esté en el Madrid", comentó Pedro León en su presentación como fichaje de los merengues.
En los entrenamientos es un técnico que no para de dar órdenes, incluso en Valladolid prohibió los móviles a los jugadores en las concentraciones y no quiso que nadie le interrumpiera en el horario de entrenamiento. "Es muy exigente, pero también muy comunicativo con sus jugadores", comenta Mari Lacruz, exjugador del vizcaíno en el Athletic.
También es famosa su bronca a Pedro López en medio de un entrenamiento por perder una posición en defensa. Salió en todas las cadenas de televisión, pero el jugador, en vez de mostrarse molesto, afirmó que aquello le ayudó a corregir errores.
Incluso en su temporada de explosión en el Eibar, Mendilibar, en los desplazamientos largos en autobús, se marchaba a lo zona trasera a jugar con los futbolistas a las cartas para hacer el viaje más ameno.
no tira la pelota fuera Otro asunto especial de Mendilibar es que no tira la pelota fuera cuando hay alguien tendido en el suelo. El de Zaldibar se lo comunica a los contrarios, pero eso no le ha impedido estar en medio de la polémica en varias ocasiones. Pero él lo tiene claro: si hay que parar el juego, que lo hagan los colegiados.