Pamplona - Pasó el 31 de enero y se cerró el culebrón de Mikel Merino. El jugador finalmente seguirá en la disciplina del Dortmund, pese a su presión para salir cedido a Osasuna. Han sido dos meses de idas y venidas en el que las posibilidades del club rojillo no han sido muy altas por decisión de los alemanes.
Hace un año el osasunismo respiraba tranquilo ya que el traspaso de Merino al Dortmund no se había consumado. El jugador, con claro interés en que se hiciera la operación, se comportó de manera discreta, educada y profesional. Semanas después, Osasuna llegaba a un acuerdo para que su traspaso al conjunto alemán se produjera en junio. Esta operación fue la gota que colmó el vaso y provocó la ruptura de la junta directiva del club navarro, de la que salieron Eva Blanco y Juanra Lafón.
Una vez en Alemania, ni Merino ni Osasuna se han perdido la pista. Es más, cuando el Dortmund no le inscribió en Champions, Osasuna preguntó por la opción de su regreso como cedido, pero los alemanes ni escucharon entonces la propuesta.
Con el paso de las jornadas, Mikel Merino no entraba en los planes de su nuevo entrenador, Thomas Tuchel. Apenas ha jugado 181 minutos divididos en dos partidos completos (como central) y un minuto en un descuento. El jugador, tras una charla con el seleccionador sub-21, Albert Celades, es consciente de que debe jugar para continuar con su progresión y tener opciones de poder ser convocado para disputar el Europeo de su categoría. A este hecho se unió la necesidad de Osasuna de fichar un mediocentro. Más allá de que siempre ha habido interés en su vuelta, la lesión de Digard acentuó la necesidad de cerrar la vuelta del jugador.
Primer acercamiento Antes de diciembre, Osasuna ya hizo un primer acercamiento con el Dortmund, pero el club alemán le remitió al mercado invernal. Cuando éste se acercaba, a mediados de diciembre, el club rojillo habló con el jugador y su entorno para preguntar si estaría dispuesto a volver. La respuesta fue afirmativa. A partir de entonces, diversas fuentes de Osasuna comenzaron a emanar “optimismo” sobre la vuelta del centrocampista. Sorprendente, por otra parte, ya que tanto el jugador como el entorno explicaron al club rojillo que la última palabra la tenía el Dortmund. Y los alemanes no querían ya su vuelta a casa. Primero, porque preferían que siguiese en Alemania; y segundo, por la inestabilidad reinante en Osasuna (ya no estaba Martín y se dudaba de Caparrós).
año nuevo, primer portazo Osasuna esperaba a sus fichajes para principios de año. Los rojillos creían que el Dortmund daría una contestación para el día 2 de enero, cuando los alemanes se iban a una concentración en la que Merino y sus representantes tuvieron una reunión con el director deportivo, Michael Zorc. El jugador volvió a insistir entonces en el tema de jugar en Osasuna, pero los alemanes mostraron entonces un cambio de intención y le comentaron que iba a tener minutos y que preferían no cederlo. Para entonces, además, ya habían surgido dos opciones para Merino que gustaban más a los rectores del Dortmund: Colonia y Stuttgart. La decisión parecía firme y, pese a la insistencia de Merino, los alemanes le comunicaron que no les agradaba una cesión a Osasuna.
Última intentona de Merino Osasuna empezó en ese momento a comentar públicamente que, si Merino salía cedido, ejercería una opción de tanteo que existe en el contrato. Se trata de un tema que ha levantado controversia dentro del propio club, ya que hay versiones diferentes. Todos coinciden en señalar que esa cláusula es real, pero no todos tienen claro que se pudiese ejecutar en caso de una cesión a Alemania. Pasaron los días y Merino entró en los planes de Tuchel en algún amistoso, pero se reanudó la Bundesliga y Merino se quedó fuera de la convocatoria en los dos primeros partidos. Aunque Bender se lesionó y, según se publicó en Alemania, el percance le abría al navarro las puertas del equipo, el siguiente fin de semana volvió a quedarse fuera de la lista. Ocurrió el pasado domingo y Merino pidió salir otra vez y expresó su deseo de hacerlo con destino a Pamplona. Zorc se comprometió a reunirse con Tuchel para valorar todas las opciones, incluida la de Osasuna, aunque insistiendo en la preferencia del Dortmund en una cesión al Colonia o en quedarse con el jugador. Todo concluyó el lunes a media tarde, cuando los representantes de Merino recibieron la respuesta definitiva: el jugador se quedaba en Dortmund. Horas antes Sabalza supeditaba el retorno del jugador a Osasuna a lo que supiese “presionar” el futbolista, algo que sentó muy mal a Mikel Merino y su entorno, que han hecho todo lo posible por volver, pero sin conseguirlo.