Terminó el partido y Arrasate salió corriendo a felicitar a un jugador en concreto. Era Xisco. El delantero balear había logrado el segundo gol que sentenciaba el partido y el técnico no podía reprimir su alegría. El ariete no ha tenido, en el campo, la importancia de la temporada pasada, pero su actitud y su comportamiento (como la de Aridane, Lillo, Sergio u Olavide, entre otros) han ayudado tanto o más para lograr el ascenso.

Y es que no es fácil para un jugador como Xisco, con una buena cantidad de partidos a sus espaldas, ver como pierde protagonismo pero, aún así, seguir trabajando día a día igual de fuerte que sus compañeros, lo cual ha ayudado a progresar al grupo una barbaridad.

No solo eso, destacaba ayer Arrasate lo importante que ha sido Xisco para el grupo. No hace falta nada más que un par de días en Tajonar para darse cuenta. Siempre de buen humor, arropando a los más jóvenes, y atendiendo a cualquier aficionado que se le acerque para una foto o autógrafo. También es fácil ver a cualquiera de los que menos minutos han tenido salir escopeteado del banquillo para celebrar los goles del equipo.

En los libros de historia quedarán muchos nombres de este ascenso. Por supuesto el de Jagoba Arrasate, el de Oier, el de Roberto Torres, el de Rubén García o el de Juan Villar, por poner unos, pero los ejemplos como el de Xisco también son vitales para poder completar una temporada tan impresionante como la que ha hecho Osasuna. Este tipo de personas son fundamentales en una plantilla. Fundamentales para el ascenso y ahora fundamentales para lograr el campeonato liguero. La fuerza de un grupo unido.