Osasuna toca con los dedos de la mano la tan ansiada salvación, y de manera prematura, pero no la logrará en esta jornada 33, que empezó ayer.

Y es que el triunfo contundente del Mallorca sobre el Celta en Son Moix hace que no sea posible todavía certificar del todo algo que el osasunismo lleva deseando desde que el equipo rojillo subió en un atípico lunes de 2019. Una victoria, la de los bermellones, que hace que la línea del descenso esté marcada en 29 puntos, con 12 de distancia sobre los 41 con los que cuenta Osasuna.

Si bien es cierto que el conjunto de Jagoba Arrasate podría establecer una distancia de 15 puntos sobre el Mallorca, con 15 por jugarse, el desempate entre ambos es lo que provoca este retraso, debido al encuentro que disputarán en la última jornada en El Sadar.

Eso sí, todo parece indicar que este mismo fin de semana la salvación será certificada por los números. La única opción para que esto no suceda es que Osasuna no cuente con una ventaja mayor a los 15 puntos mencionados en caso de ganar, 13 de empatar y 12 de perder. Es decir, que no logre el triunfo en los dos encuentros ante Eibar y Getafe, y que el Mallorca supere el resultado de Osasuna el viernes, cuando juegue ante el Atlético en el Wanda.

Es decir, todo números y elucubraciones que más pronto que tarde se verán en pasado. Antes queda el duelo de mañana, ante un Eibar ante el cual los rojillos estrenaron localía esta temporada. Fue un empate a cero en agosto, en la segunda jornada, tras lograr el triunfo en la primera en Butarque. Precisamente, ante el cuadro pepinero, contra el que Osasuna consiguió el triunfo el pasado domingo. Pase lo que pase, ya queda menos para celebrar un gran hito del osasunismo.