Osasuna lleva ocho partidos de Liga sin ganar y romper esa racha es el objetivo que se plantea el equipo en el encuentro de esta tarde (18.30) en el campo del Getafe. Las campanadas del fin de año futbolístico, en el último encuentro oficial de 2021, quieren ser sinónimo de felicidad porque Arrasate ya dijo que, pese a estar bien clasificados y con un buen bagaje de puntos, “conseguir los 25 puntos nos daría un gran espaldarazo”.

Osasuna llega al encuentro de esta tarde tras haber coleccionado muy buenas sensaciones frente al Barcelona en El Sadar (2-2), pero afectado por un puñado de bajas a causa de la covid. Aridane ya estaba en la lista, pero ayer se unieron Kike García y Ante Budimir. Sin estos dos delanteros de referencia, parece claro que corresponderá al Chimy Ávila protagonizar el juego ofensivo del equipo.

El Getafe, el penúltimo de la Liga, se presenta ante su público tras haber hecho el ridículo en la Copa del Rey frente al Atlético Baleares (5-0). Quique Sánchez Flores, el entrenador al que le han encargado la tarea de la salvación tras el fiasco que protagonizó Michel en el inicio del curso, ha entonado el mea culpa por la eliminación, pero también desea dar carpetazo cuanto antes al asunto porque sabe que donde se cuece todo es en la Liga. "Nos vendría genial que separasen la importancia del partido de lo que fue el partido de Copa. Pedimos perdón y esperamos que nos apoyen. Queremos el afecto y el ánimo de la grada", reconoció.

Campanadas de fin de año y dar la campanada, todo es lo mismo para Osasuna.