La euforia invadió el sábado las calles de Pamplona. Aunque el partido no empezaba hasta las 22 horas, ya desde las 20 horas una marea roja pintó el Casco Viejo de emoción, como si se tratase de los mismísimos Sanfermines. Así, los aficionados de Osasuna se reunieron a los pies de las pantallas gigantes colocadas en la plaza del Castillo, con ganas de vivir una final épica.

El Casco Viejo de Pamplona, repleto de miles de aficionados rojillos.

Equipados con bufandas y banderas, Carlos Salazar, Josu Rodríguez y Pablo Saez animaban el ambiente al grito “¡Osasuna nunca se rinde!”. Aficionados al fútbol desde pequeños, señalaron que su intención era “disfrutar como nunca” del partido. “Teníamos muchísimas ganas de que llegara este día. Esto es algo histórico”, indicaron.

La plaza del Castillo, llena de aficionados de Osasuna con ganas de disfrutar del partido a los pies de las pantallas gigantes.

Asier de la Torre y Urko Iturbide alzaban la voz junto a otros aficionados rojillos. “¡Esta copa es nuestra, ya la tenemos casi ganada!”. Asier, ilusionado, comentó que “los equipos pequeños pueden ganar a los grandes”. Así se lo ha transmitido desde siempre su abuela, que repetía un dicho popular que su nieto quiso recordar: “A caballo regalado, ciento volando”. Entre risas, Asier destacó que “puede que suene absurdo y no tenga sentido, pero el tema es que hay cientos de oportunidades y esta la tenemos al alcance de la mano. ¡Vamos a ser campeones!”. Por su parte, su amigo Urko subrayó que “lo bonito de este partido es que el equipo del pueblo se une, Navarra se une, y ya solo con eso se demuestra que somos unos campeones”.

Bufandas, banderas y camisetas rojas pintan de color la plaza del Castillo.

Altas expectativas

Mientras esperaban a su cuadrilla, Sergio Saturio y Roberto Oroz charlaban sobre las expectativas del partido. “Yo creo que ganará Osasuna 1-0”, recalcó Sergio. Roberto, sin embargo, apostó por un empate 2-2 y el triunfo de los rojillos en unos posibles penaltis. “Sea como sea, lo que está claro es que hoy ganamos, solo hace falta ver cómo nos unimos ante momentos excepcionales como este”, puntualizaron ambos.

Ambiente festivo en las calles de Pamplona.

Para los navarros Osasuna es el equipo de la tierra. Aunque ganar puede ser complicado, tenemos muchas posibilidades. Lo estamos viviendo con mucha ilusión”, señalaron Helena Domingo, Claudia Velasco, Javier Zamora y Celia Martín. Alzando bien alto la bandera de Osasuna, Javier indicó que el fútbol es su “vida entera”. Maialen Legorburu, abrazando a su cuadrilla, subrayó las palabras de sus amigos y añadió que “Osasuna va a ganar y Pamplona va a vibrar por todo lo alto”.

Con un entusiasmo casi tangible, el corazón de la capital navarra se llenó de vida. Tanto que a muchos les invadieron las ganas de acelerar el tiempo y aterrizar en San Fermín. “Esto está siendo una locura, están las calles llenas de gente, la ciudad está muy viva, yo diría que casi tanto como en los Sanfermines. ¡Me siento como si estuviera en el chupinazo!”, resaltó Begoña Atxa, que agitaba su bufanda junto a sus amigos Xabier Martínez y Carlos Vidal, convencidos de que Osasuna “se merece la copa y, por supuesto, la tendrá”.