Osasuna está buscando la incorporación de un lateral izquierdo para la próxima temporada. Manu Sánchez termina a final de esta campaña su vinculación con el equipo, regresa al Atlético de Madrid –entidad de la que ha llegado cedido– y el club pamplonés tampoco se plantea ninguna operación a futuro con él, toda vez que se considera que ha cumplido su periplo a las órdenes de Arrasate.

Manu Sánchez cumple su tercera temporada en Osasuna con un buen rendimiento en una demarcación con su problemática –se vivió la dolorosa marcha de Pervis Estupiñán, por ejemplo–, en la que se ha vivido el proceso de adaptación de algún futbolista ahora importante –caso de Juan Cruz–, y en la que incluso llegó a jugar en alguna oportunidad Rubén García. El lateral madrileño llegó cedido en el mercado de invierno de la campaña 2020-21 y se reenganchó para los dos cursos siguientes. En estos tres años, lleva disputados 84 partidos con Osasuna, lo que supone un alto nivel de participación.

Manu Sánchez, a quien se vincula con algunos equipos como el Rayo Vallecano, vuelve a la disciplina del Atlético, termina su trayectoria como rojillo y Juan Cruz se queda como único lateral izquierdo específico en la primera plantilla. En el Promesas no hay un relevo maduro en consideración de los técnicos –ahí está jugando ahora Adama, un futbolista al que se sigue de cerca, como antes lo hicieron Marc Llinares o Eneko–, y ello obliga a acudir al mercado de nuevo para reforzar esta demarcación para la que hay que tener sus peculiaridades. El equipo está subiendo también sus peldaños en cuanto a calidad y objetivos deportivos, y todo ello influye a la hora de pulsar los refuerzos.

Europa manda

Los planteamientos en Osasuna, además, están pendientes de la clasificación o no para la Liga Conferencia la próxima temporada. La inclusión en un torneo continental supondría que el equipo debería tener más refuerzos para afrontar las tres competiciones y tener una plantilla de más garantías porque así lo demanda la exigencia del calendario. El primer equipo ha tenido una colaboración inexcusable de los futbolistas del filial que han respondido en las situaciones de urgencia y, también, han aportado continuidad cuando se les ha requerido esfuerzos continuados por las lesiones –es el caso de Diego Moreno, que llegó a ser el único lateral derecho específico con las lesiones de Nacho Vidal y Rubén Peña–.

A la espera de la definición del horizonte deportivo para la competición que viene, por el momento, Osasuna ya tiene dos incorporaciones aseguradas para la próxima temporada. Por un lado llegará el central procedente del Rayo Vallecano Alejandro Catena, 28 años –uno de los hombres clave del equipo de Iraola en las dos últimas temporadas– y por otro, el delantero del Leganés José Arnaiz, 28 años, –jugador de Osasuna durante media temporada, la 2019-20, en la que disputó 14 partidos y anotó dos goles–, que milita en el Leganés de Segunda División y que lleva anotados nueve goles. El atacante, que llegó a jugar en el Barçaa media temporada –en la campaña 2017-18, a donde llegó cedido por el Valladolid– es un hombre de la confianza de Braulio.

Sin ofertas por Aimar Oroz

Destacado de la temporada. Osasuna no ha recibido ofertas por Aimar Oroz. El joven futbolista rojillo está siendo uno de los hombres destacados del equipo en la presente temporada, hecho todavía más relevante al tratarse de un jugador debutante este curso, al que se está añadiendo el gran tono en los últimos encuentros –la final de Copa o el partido ante el Almería son los dos últimos ejemplos–. Oroz tiene una cláusula de rescisión de 28 millones de euros y Osasuna tiene en esa cifra la única puerta de salida para el canterano. Aimar tiene además una continuación de competición realmente interesante para la mejora de su cartel ya que la selección española sub-21 juega el campeonato de Europa a partir de junio.