El Sadar devoró al Barcelona y dejó al equipo invicto de la Liga hecho uno despojos a los pies de Osasuna. El conjunto de Vicente Moreno se comió al líder del campeonato, lo derrotó con autoridad y le llevó a situaciones de incomodidad imprevistas para un rival de su talla. El análisis del encuentro establecerá ahora la escala de méritos de unos y otros, y si en el caso del Barcelona hubo una gestión de jugadores por las exigencias del calendario, en el de Osasuna hubo la suficiente habilidad para explotar los recursos propios y dinamitar a su rival con intensidad, como reclaman todos los equipos para sí en todos los encuentros, pero también con un planteamiento acertado. Osasuna supo jugarle al Barcelona, le creó multitud de problemas jugando con velocidad y le llevó a su rival a jugar lejos de su portería.

Osasuna realizó un encuentro fantástico, de los que quedan en el recuerdo para mucho tiempo y en el que todos los futbolistas lograron el sobresaliente. El salvoconducto de la temporada lo había sacado hasta ahora el conjunto rojillo en El Sadar y el asunto va a ir aumentando. Aún arrastrando el peso de la puesta en marcha del nuevo proyecto, los resultados habían apartado a un segundo plano cualquier discusión, pese a que se mantiene todavía una comparación desmesurada con la anterior etapa. La victoria frente al Barcelona, la contundencia y el juego, el inicio brillante del campeonato, con 14 puntos sobre la mesa, debería dar un sosiego definitivo a este comienzo. La felicidad de jugadores y aficionados al término del encuentro así tendría que confirmarlo.

El mejor en casa contra el invicto de la Liga no defraudaron en su cita en El Sadar. Osasuna realizó una primera parte espectacular, cuarenta y cinco minutos fantásticos que solo se ven en las grandes citas, ante rivales de postín, en veladas especiales. A una velocidad endiablada con el balón, tozudos y ganadores en las pugnas, ordenados en la contención y con las ideas muy claras mirando el horizonte, el equipo de Vicente Moreno borró al Barcelona. Al conjunto catalán se le atragantó la presión de Osasuna, tenaz y meditada, y no supo reaccionar ante sus llegadas rapidísimas. 

Osasuna puso el partido en pocos metros. Con poco terreno para su rival y mucho para sí por el que moverse, con una presión excelente y con los caminos hacia el otro lado del campo muy claros, el equipo de Vicente Moreno pasó de borrar al Barça a colorear su derrota. El gol de Budimir es de los que gusta por la pulcritud de su elaboración, si no se es el pagano. En el caso de Osasuna además hubo reunión de los pesos pesados: Aimar puso a correr a Bryan y el extremo no necesitó mirar para largar un centro molesto para los centrales, de los que vuelan hacia la tierra de nadie. Salvo que Budimir sea el receptor y conecte un testarazo de alta escuela. Los dos niños que ayer compusieron el eje de la zaga del Barça no fueron impedimento para el hombretón de Osasuna.

Diez minutos pasaron para que esta vez Bryan pasara de asistente a ejecutor. Esta vez fue Pablo Ibáñez -el centrocampista completó un encuentro espectacular- quien le dio un caramelo al que quitó el envoltorio con un quiebro de toque sutil de la pelota y latigazo inmediato.

El Barcelona compareció en el partido en los minutos finales del primer tiempo con unos cuantos centros sin peligro. Antes del descanso, el incontrolado Pablo Ibáñez casi firma el tercero con un disparo cruzado. Había fiesta en El Sadar. 

El Barça de Hansi Flick parece consagrado a la energía y calidad de sus querubines y a la naturalidad con la que afronta el entrenador sin rechistar la peculiaridad de su plantilla de imberbes. Unos cuantos veteranos para poner cemento entre la chavalería y a correr, literal. Mucho necesitaba el conjunto blaugrana tras el descanso porque la fórmula mágica del técnico alemán parecía rechinar. El manual de los naufragios, en el fútbol, recomienda coger aire y nadar, con fuerza y sin pensar. Eso hizo el Barcelona, que dio muchos pasos al frente y atascó a Osasuna en el inicio de la reanudación. Lewandowski probó a Sergio Herrera, que hizo un paradón a un remate que se iba a dentro. Fue un minuto antes de la acción desgraciada del meta rojillo que se confundió en un saque de puerta, propició un robo y un gol triste de Pau Víctor, el primero que marca en Primera, que pilló el portero de regreso a la puerta y a contrapié y se tragó el disparo raso. 

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¿Estás en El Sadar? ¡Búscate en la grada! Patxi Cascante

El Barcelona se creyó entrar de verdad en el partido, aunque no lo tenía nada claro pese a la inclusión de tipos como Lamine Yamal y Raphinha en la faena. Herrera le cerró la puerta Ferrán tras un jugadón del delantero y Osasuna, que ya había sufrido bastante, comenzó a dictar sentencia. Los rojillos nunca habían seguido explorando las bandas, preferentemente la derecha, por la que se movía Bryan, y en una de esas el extremo puso en marcha a Areso, que centró para que Sergi Domínguez, otro de los críos del Barcelona, se llevara por delante a Budimir. El croata no falló en el lanzamiento de penalti. Osasuna estuvo más cerca de la goleada, porque dispuso de ocasiones claras por parte de Rubén Peña y Raúl García, antes del trallazo de Abel Bretones que dejó desmontado al Barça. De la mano del gol de Lamine Yamal el Barcelona maquilló un resultado del que nunca estuvo en condiciones de escribir la historia. En El Sadar es cosa de Osasuna.

4 Osasuna: Herrera; Areso (Herrando, m. 84), Catena, Boyomo, Juan Cruz (Nacho Vidal, m. 84); Torró; Rubén García (Peña, m. 59), Aimar, Pablo Ibáñez,Bryan (Bretones, m. 77); Budimir (Raúl, m. 77).


2 Barcelona: Peña; Kounde, Cubarsí, Domínguez, Martín (Balde, m. 70);Pedri, Eric, Torre (Raphinha, m. 59); Pau Víctor (Yamal, m. 59), Lewandowski (Casadó, m. 70), Ferrán.


Goles: 1-0, M.18: Budimir. 2-0, M.28: Bryan. 2-1, M.53: Víctor. 3-1, M.72: Budimir de penalti. 4-1, M.85: Bretones. 4-2, M.89: Yamal.


Árbitro: Cuadra Fernández (Comité madrileño), asistido por Porras Ayuso y Estévez Iglesias. El colegiado mostró amarilla a Pablo Ibáñez y Bryan por parte de Osasuna. A Sergi Domínguez y Pedri por parte del Barcelona.


Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de LaLiga EA Sports disputada en el estadio El Sadar ante 22.322 espectadores.