Es difícil encontrar en Pamplona alguien que no recuerde dónde estaba el 6 de mayo de 2023. Aquel día está marcado para la posteridad para el osasunismo por su valía tanto deportiva como social. Han pasado más de 700 días desde entonces y los cambios en el club no han parado desde aquel momento. Desde la salida del entrenador, Jagoba Arrasate, y capitán de aquel día, David García, hasta cambios estructurales dentro de la entidad.
Osasuna recibió un chute de osasunismo durante las jornadas previas a la final y en la propia jornada del partido. Nadie duda de que los rojillos fueron los vencedores del prepartido por KO. Sevilla fue inundada por una marea de camisetas rojas desde el jueves previo al encuentro. Las estampas, los vídeos, todo quedará para el recuerdo como unos días inolvidables para los presentes en la ciudad hispalense y también para los que se quedaron en Pamplona.
Ya contaban por Sevilla en la jornada posterior que pocas veces habían vivido algo parecido y que los rojillos se lo pasaron en grande, pero respetando la ciudad.
Sin duda fue una experiencia enriquecedora para el osasunismo. Tanto es así que aquello supuso un chute de ambición para plantilla y cuerpo técnico que hizo que remontasen y alcanzasen la séptima plaza que les llevó a Conference pocas semanas después.
Cambios en la Junta
Para muchos la final de Sevilla iba a significar un antes y un después, pero pocos pensaban que los cambios iban a ser tan rápidos y continuados desde entonces.
No tardaron mucho en darse los primeros volantazos y fueron donde menos se esperaba. En la Junta Directiva. Osasuna anunció en plenos sanfermines una remodelación en su órgano ejecutivo. Pocos meses después de la Copa, cuatro los directivos salieron por la puerta de atrás (Cuesta, Yániz, Iso y Medrano, fiel escudero de Sabalza desde sus comienzos) para dejar paso a José Andrés Burguete, Juan Manuel Garro y Josetxo Pérez de Zabalza.
Osasuna no profundizó en los motivos de esta última renovación de su junta directiva (aunque después Garro, salió a los pocos meses), que se produjo pocos días después de trascender la oferta del Celta a Fran Canal para abandonar el club navarro. Después de estos eventos, el director general se mantuvo en su cargo.
Sorprendió especialmente por la falta de motivos públicos y las fechas realizadas, aunque por todos es conocido que las diferentes legislaturas de Sabalza han estado salpicados con este tipo de cambios.
Salida de Jagoba
Fue un año después cuando se puso fin al ciclo que culminó con la final de Copa. En marzo, Jagoba Arrasate anunció su salida de Osasuna tras meditarlo durante varios meses. Su salida fue un shock para el osasunismo en general. Al acabar la temporada, la Junta avaló la llegada de Vicente Moreno, quien ha podido mantener al equipo en un año con luces y sombras aunque aún tiene opciones de lograr una de las muchas plazas que dan a opción a Europa.
En el recibimiento tras la final, nadie podía entrever que al año siguiente Jagoba no iba a renovar su contrato. La imagen de Arrasate llorando al término del partido en el saludo que hubo entre equipo y afición no puede enseñar más en cuanto a la conexión, al chispazo que se produjo entre los protagonistas importantes de Osasuna.
“No es importante lo que refleje un papel. Son importantes los sentimientos y las emociones y yo estoy orgulloso de ser de esta familia y más si cabe ser el entrenador de estos jugadores”, contaba Arrasate. No parecía que se fuese a ir tan pronto, pero algo pasó por el camino.
Tres del once ya no están, entre ellos el capitán
No fue la única salida que se produjo. Del once inicial hay tres jugadores que no siguen en la plantilla. Ese mismo verano abandonó el equipo Abde, al que se le acabó su cesión y, pese a que el club intentó retenerle, acabó en el Betis. Sorprendentemente el club no cubrió su baja hasta esta temporada con la llegada de Bryan, otro cedido.
También ese verano salió Aridane, uno de los dos centrales titulares en La Cartuja. El canario acabó en el Rayo Vallecano tras acabar su contrato, mientras que de Vallecas llegó Catena en una especie de intercambio de defensas que acababan contrato.

El último en irse fue David García. El capitán de Osasuna se marchó el pasado verano en dirección Catar, en uno de los traspasos más rentables para el club rojillo. Tras la agónica permanencia, participó de forma importante en el ascenso del equipo de la máxima categoría en la 2015-2016 y vio descender a Osasuna en la temporada siguiente. Cedido a la Cultural y Deportiva Leonesa en el mercado de invierno de la temporada 2017-2018, desde su regreso al primer equipo se asentó como una de sus piezas más importantes. De su mano, la entidad recorrió el camino de la casi desaparición al regreso a la máxima categoría de nuevo en la 2018-2019. Ya con el brazalete de capitán, el equipo logró un subcampeonato de la Copa del Rey y una clasificación para la Conference League y la Supercopa de España. Además, en 2023 debutó con la selección española absoluta. Ahora, a sus 30 años, el capitán tomó la decisión de probar fortuna en la liga catarí.