El ascensor. Un medio de transporte que se utiliza todos los días pero que pasa totalmente desapercibido. ¿Han pensado cuántas veces al año pulsan el botón para bajar al trastero, subir con la compra o simplemente para evitar los escaleras? Millones de veces. Los elevadores también son una herramienta que facilita la movilidad en las ciudades y, en el caso de Pamplona, 10 ascensores urbanos ayudan a superar las tediosas cuestas. En 2021, realizaron 2,7 millones de viajes. 7.395 trayectos al día, 308 subidas y bajadas a la hora. Casi nada. La Pamplona que sube y baja.

Descalzos es el rey de los ascensores y en 2021 realizó 510.866 viajes, cerca del 20% de todos los trayectos que hicieron los 10 ascensores urbanos en 2021. Una espectacular cifra que, si se divide entre los 365 días del año, supone unos 1.400 movimientos por jornada. Los dos elevadores tienen una capacidad máxima de 20 personas por viaje por lo que podría haber transportado a 27.980 ciudadanos al día. Para que se hagan una día, en la Rochapea, el barrio más habitado de Iruña, viven 26.778 personas.

Si rizamos más el rizo, los 510.866 viajes de 2021 equivaldrían a 58 trayectos por hora y, como máximo, 1.100 pasajeros cada 60 minutos. El ascensor, que salva un desnivel de 30 metros de altura entre el puente de la Rochapea en el Arga y el Casco Viejo, se inauguró en 2008 y siempre ha llevado colgada la medalla de oro. Además. es el único ascensor inclinado de Iruña.

Viajes de los ascensores Urbanos

Viajes de los ascensores Urbanos Maitane Bernabeu

La segunda posición la ocupa el ascensor del Grupo Urdanoz, que salva un desnivel de 25 metros y conecta esta parte de la ciudad con Etxabakoitz Norte. El año pasado, este elevador realizó 380.439 trayectos, lo que supone una media de 1.042 movimientos al día. El ascensor, que se inauguró en julio de 2013, tiene una capacidad máxima de 21 personas por viaje por lo que, en el mejor de los casos, podría haber transportado a 21.882 ciudadanos al día. En Etxabakoitz, según el padrón municipal, viven 5.261 vecinos.

La medalla de bronce es para el ascensor ubicado en el parque de la Media Luna, que el año pasado realizó 284.544 trayectos. El elevador, el quinto que se inauguró en la ciudad, se abrió al público en febrero de 2011 y salva un desnivel de unos 20 metros entre el entorno del Molino de Caparroso y el Club Natación y el Fortín de San Bartolomé. Sin embargo, al ascensor de la Media Luna le ha salido un duro rival, el elevador de Mendillorri, el último en entrar en funcionamiento el 5 de julio de 2008. En 2020, le robó la medalla de bronce al realizar 221.515 viajes frente a los 210.131 en el parque de la Media Luna.

En la otra cara de la moneda se encuentra el ascensor del Soto Lezkairu, que une la calle Monjardín del II Ensanche con el parque norte de Lezkairu. El farolillo rojo realizó 99.079 viajes –el único de los 10 ascensores que no supera los 100.000– y no recupera los niveles previos a la pandemia, cuando en 2019 hizo 140.056 viajes, un 41% más.

Tendencia al alza

La pandemia afectó indudablemente a la afluencia en los ascensores urbanos. En 2020, se realizaron 2 millones de viajes frente a los 2,6 de 2019, 600.000 trayectos menos que supuso un descenso del 24%. El año pasado se recuperaron los niveles prepandemia e incluso se incrementaron los viajes ligeramente. Sin embargo, esta cifra –90.000 trayectos más– es engañosa, ya que en 2019 el Ayuntamiento de Pamplona no contabilizó al ascensor de Mendillorri que estaba en funcionamiento desde julio de 2018.