El alcalde de Pamplona Enrique Maya ha decidido romper todos los puentes con la oposición y gobernar de forma personalista.

A cuatro meses de su despedida, Maya ha comunicado a los tres portavoces de la oposición que piensa actuar por su cuenta en lo que resta de legislatura, sin contar para nada con los grupos progresistas en los asuntos que sean de su competencia.

Lo que estaba siendo una evidencia en la gestión diaria de Navarra Suma, con decisiones unilaterales y proyectos sin consenso pese a estar en minoría, el alcalde Maya ha querido convertirlo en definitivo a partir de este viernes.

El anuncio se ha producido durante la reunión de la Junta de Portavoces celebrada a primera hora de la mañana, en la que se iban a presentar las declaraciones que se debatirán en el Pleno de la semana que viene.

Además del alcalde, han estado presentes Ana Elizalde (Navarra Suma), Endika Alonso (EH Bildu), Maite Esporrín (PSN) y Patxi Leuza (Geroa Bai).  

Durante la reunión, el alcalde ha aludido a la crispación existente en el Ayuntamiento y a la imposibilidad de reconducir la situación en lo que resta de mandato.

Ha echado toda la culpa a los grupos de la oposición, ante lo que considera una estrategia coordinada para dificultar la acción de gobierno, y ha asegurado que en adelante actuará por su cuenta en todos los asuntos que dependan de Alcaldía.

Es su reacción a la unidad de acción que han demostrado las formaciones progresistas, lo que fue posible después de la ruptura del acuerdo que Navarra Suma alcanzó con los socialistas para sacar adelante los presupuestos de 2021.

Las consecuencias de este paso dado por Maya son imprevisibles, pero no presagian nada bueno en la gestión municipal durante los cuatro meses que quedan de mandato y desde luego garantizan un aumento de la tensión, ya de por sí muy elevada.

El privilegio de la desunión

El detonante han sido los actos programados con motivo del 600 aniversario del Privilegio de la Unión, el tratado que puso fin a las guerras entre los burgos y permitió unificar la ciudad, cuyo contenido conocieron los grupos de la oposición por la rueda de prensa que ofreció la concejala de Cultura.

Los portavoces de la oposición, que ya emitieron un comunicado de protesta a principios de semana, han vuelto a afear hoy viernes la gestión del alcalde, al que han acusado de querer capitalizar una celebración muy querida en la ciudad y convertir el Privilegio de la Unión en el “privilegio de la desunión”, como ha señalado gráficamente el representante de Geroa Bai.

Aunque Maya lo ha oficializado hoy, la realidad es que el equipo de Gobierno lleva bastante tiempo actuando por su cuenta, ante su reiterada incapacidad de encontrar aliados que le permitan sacar adelante sus iniciativas.

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La frustrada reurbanización del paseo de Sarasate, los carriles bici, los cambios en la calle Amaya, el arreglo de la pasarela del Labrit, el aparcamiento subterráneo en la plaza de la Cruz o la escultura de los cinco toros en la cuesta de Santo Domingo son algunos ejemplos de la larga lista de proyectos que el equipo de Gobierno ha gestionado al margen de los grupos de la oposición.

Que Maya se haya quitado ahora la careta y opte por la vía más personalista encierra también un componente preelectoral, con la confirmación de que el alcalde, tras anunciar que no repetirá como candidato, parece decidido a convertir en el Ayuntamiento en un escenario de primera magnitud de la contienda partidista a cuatro meses de los comicios municipales.