En 1970

Se encontraba ya a punto de cerrar la antigua Escuela de Párvulos, que había estado ubicada en la denominada “Casita”, junto al atrio de la Catedral, desde el año 1887. Sobre el edificio podemos decir, siguiendo a J.J. Arazuri, que fue proyectado por el arquitecto Santos Ángel de Ochandátegui en el año 1784. Y la documentación nos informa así mismo de que, además de la Escuela de Párvulos, la Casita había albergado también, durante muchísimos años, el denominado Asilo de la Sagrada Familia, que acogía a niñas y jóvenes “huérfanas y desamparadas” para educarlas debidamente y que pudieran emplearse como criadas. Tal cual.

La fotografía muestra el edificio de la Casita, con la fachada de la Catedral asomando por la izquierda, y las primeras casas de la calle Dormitalería cerrando por el otro extremo. Cinco críos han entrado en el atrio catedralicio, y se entretienen jugando, al parecer, a la pelota.

“La Casita” junto al atrio de la catedral, diciembre de 2023.

Hoy en día

Es posible comprobar que el paisaje urbano de 1970 se conserva intacto. Desde la presencia de los vanos clasicistas y las cornisas molduradas de la Catedral a la izquierda, hasta las primeras casas de Dormitalería que cierran por la derecha, pasando por la propia “Casita”, todos los elementos nos permiten asegurar que nos encontramos en el punto exacto desde donde Eusebio Mina obtuvo su foto hace 53 años. Los que no están son los críos que jugaban en el atrio de la Catedral, que hoy serán unos jovenzuelos de unos 65 tacos, jubilados y jubilosos.

Para terminar diré que, entre los primeros recuerdos de mi infancia, figura la imagen de mi madre acompañando a mi hermano a la Casita desde nuestra casa en Navarrería. La maestra, si mal no recuerdo, era la señorita Ábrego. Un motivo más, de los muchos que voy a tener la semana entrante, para acordarme de mi amatxo, de mi hermanico Koldo, de la amona, del aita...