Pamplona. Tras su nombramiento, el nuevo presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán (UPN), planteó como retos de esta legislatura la generación de empleo y el trabajo por una Navarra "cada vez más justa, más solidaria, más equitativa en progreso, y donde no quepa el terrorismo de ETA". En una breve intervención tras acceder al sillón presidencial, Catalán deseó que la legislatura se desarrolle "dentro de nuestro marco de referencia, el Amejoramiento del Fuero y la Constitución Española, que han permitido a Navarra progresar de la manera que lo ha hecho, que han permitido vivir en democracia y en un Estado de Derecho, que Navarra sea una comunidad propia y diferencia integrada en la nación española". Catalán defendió además el intento de veto de su partido a Bildu. "Si hubiese tenido yo que elegir compañeros de viaje, no hubiesen sido los mismos, pero no es una cuestión de preferencia de uno mismo, sino que es la realidad", admitió.
El nombramiento supuso además su cese como consejero de Relaciones Institucionales, Educación y portavoz del Gobierno foral, cargos que ostentaba en la actualidad. Parlamentario desde 1991, ha sido además portavoz de UPN en el Legislativo, y miembro de la Mesa como secretario segundo entre 1991 y 1996. Es además una persona de especial relevancia dentro de UPN, donde ha sido secretario general entre 2001 y 2009, y vicepresidente desde el último congreso, en el que amagó con rivalizar con Yolanda Barcina.
Precisamente, la presidenta de UPN negó ayer que situar a Catalán al frente del Legislativo haya sido una manera de apartarlo de las labores de Gobierno, al recordar que la presidencia del Parlamento es la segunda autoridad de Navarra y uno de los puestos que "más políticos desean". Barcina remarcó que normalmente en Navarra, por la falta de mayorías absolutas, son necesarios pactos para gobernar y en estas negociaciones el partido más votado en las urnas "difícilmente" puede ostentar la presidencia del Parlamento, a diferencia de lo que ha ocurrido en este caso, por lo que UPN se encuentra "sumamente satisfecho" y considera "un orgullo" que uno de sus "grandes políticos" desempeñe este puesto.