El denominado sector crítico de Eusko Alkartasuna lo tiene claro: ha llegado el momento de “poner urnas en los alkartetxes” para resolver “democráticamente” y sin injerencias externas el debate sobre el futuro del partido.

Maiorga Ramirez ha reclamado desde Donostia a Eba Blanco, actual secretaria general en funciones de su formación, que asuma el fin del “ciclo” judicial en el que EA ha dirimido hasta ahora el pulso por el liderazgo de la formación dando voz a su militancia. Y al resto de los integrantes de EH Bildu, que no se inmiscuyan en el proceso.

En una comparecencia destinada a valorar el auto en el que el pasado día 22 la Audiencia de Álava determinó que Blanco no había sufrido “indefensión material” en el procedimiento judicial que ordenó en julio la repetición de las primarias en EA tras considerar “vulnerados” los derechos de líder de los críticos, Ramirez aseguró que “ha llegado el momento de sentarse a hablar y acordar las condiciones de transparencia y democracia interna para establecer un procedimiento limpio y nítido para elegir al secretario general”. Así, tras lo que definió como “varapalo jurídico” a las tesis de la actual dirección, Ramirez afirmó que “Eba Blanco y su núcleo directivo deben asumir y ser conscientes de que el ciclo jurídico ha terminado y lo que procede es restituir el ciclo democrático en EA”.

De no mediar un recurso ante el Tribunal Supremo por parte del equipo de Blanco, la decisión adoptada por la sala alavesa adquirirá firmeza el próximo 19 de octubre. “La única cuestión que podría dejarla sin efecto sería el disparate de acudir al TS después de cuatro ocasiones en las que sucesivamente los tribunales han determinado la nulidad del proceso de primarias, la nulidad del nombramiento de Eba Blanco como secretaria general y la obligación de repetir el proceso de primarias”, reiteró Ramirez, quien en consecuencia advirtió de que “la racionalidad y la sensatez no dan margen para volver a perpetuar la precariedad interna de EA” con un nuevo recurso, dejando así sobre la mesa únicamente una “solución muy sencilla”, dijo: “que vote la afiliación” para determinar de una vez por todas quién lidera el partido y hacia dónde decide llevarlo. Lo contrario, aseguró, resultaría “tremendamente triste”. “Un despropósito y un desprecio” a la militancia.

El encaje en EH Bildu

El pulso por el liderazgo que arrastran las históricas siglas de EA tiene como telón de fondo las diferentes formas de entender el papel de la formación dentro de EH Bildu que mantienen la actual ejecutiva y los críticos con su gestión. Y por eso Ramirez defiende acudir a las urnas “sabiendo que Blanco representa un modelo de encaje de EA en EH Bildu”, mientras que por el contrario, dijo, el sector que representan él mismo y voces tan autorizadas como la del propio fundador del partido, el lehendakari Carlos Garaikoetxea, defienden “una nueva forma de entender lo que debe ser EH Bildu en la que Eusko Alkartasuna recupere su capacidad de aportación y personalidad propia”.

En este sentido, y de cara al debate que se volverá a abrir a partir de la decisión de la Audiencia alavesa, Ramirez se dirigió también al secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, así como a las “estructuras” de la coalición soberanista, para reclamarles “neutralidad” en este proceso para permitir así que la decisión sobre el futuro de EA “se resuelva de manera democrática y sin interferencias”.