El invierno se acerca y la crisis energética es una amenaza real. Por eso Geroa Bai consiguió que el Parlamento de Navarra sacara adelante una moción que insta al Gobierno de España a que agilice la trasposición de todas las directivas europeas sobre el fomento de las renovables, el desarrollo del autoconsumo y las comunidades energéticas, y que el Estado no tiene reconocidas en su corpus jurídico con tanta claridad como ya ocurre masivamente en Europa.

La iniciativa, de cuya defensa se encargó Mikel Asiain, se apoyaba en cinco puntos muy concretos: la petición al Estado para el fomento de las renovables; maximizar la capacidad de autoconsumo; proteger la industria propia de renovables; optimizar las instalaciones de pequeña potencia; y ayudar a la transición energética de la industria. Los cinco puntos salieron adelante e incluso Geroa Bai aceptó un sexto punto, propuesto por EH Bildu, para desarrollar la figura del “gestor de autoconsumo colectivo.

En palabras de su promotor, la moción intentaba “agilizar” frente al “inmovilismo” del Estado, que en cuestiones como las comunidades energéticas ha sido mucho más lento que otros países del entorno. También el texto pretendía poner en valor la industria local de renovables y explorar opciones. “No se trata de cerrar el mercado, pero tampoco de que nos coman el pan del morral”, defendió Asiain.

El punto más tirante del debate se produjo con la intervención del PSN. Y fue poca cosa. Javier Lecumberri defendió que, en realidad, el contenido de las normativas europeas sí que ha sido adoptado por el Estado. Pero a través de iniciativas diversas que, en buena medida, recogen el espíritu.