La familia de Mikel Zabalza muestra su malestar y decepción por el ascenso de Arturo Espejo, implicado en la muerte del joven de Orbaizeta, que recientemente ha sido nombrado teniente general de la Guardia Civil. En una comparecencia en la Fábrica de Armas de Orbaizeta junto con la plataforma Mikel Zabalza Gogoan, la Red de Personas Torturadas de Navarra y una representación institucional de los pueblos del Valle de Aezkoa, los familiares han acusado al Gobierno de España de "elegir la tortura en vez de la verdad y la justicia".

En la comparecencia varios alcaldes del Valle de Aezkoa, el presidente de la Junta de Aezkoa y el presidente de la Mesa del Pirineo han anunciado además que nombran personas no gratas en el valle a todos los implicados en la causa de Mikel Zabalza. Los representantes institucionales han reclamado además que se desclasifique "la documentación secuestrada" relativa a Mikel Zabalza así como la de todas las personas torturadas. "Una actuación impecable no contaría con Margarita Robles (ministra de Defensa) y con el antes mencionado como personas al cargo de un ministerio", han denunciado en referencia a Arturo Espejo.

Por su parte, la familia ha recordado hace ya 37 años que el cadáver de Mikel Zabalza apareció flotando en las aguas del río Bidasoa "20 días después de haber sido detenido por la Guardia Civil y conducido al cuartel de Intxaurrondo". "En ese momento comenzamos nuestra pelea para conseguir el esclarecimiento de los hechos, ya que no teníamos duda de que murió en el mismo cuartel a causa de las torturas que le infligieron", ha señalado.

Un recorrido "largo, lleno de obstáculos y plagado de episodios de todo tipo", aunque siempre "sintiendo un gran respaldo social", y en el que por fin parecía llegar la luz al final del túnel. Hace ahora 2 años el Parlamento de Navarra aprobó una declaración institucional por unanimidad en la que se exigía la investigación "a fondo" del caso Zabalza. También hubo mociones similares en los ayuntamientos de Pamplona y San Sebastián y hace un año el Gobierno vasco reconocía Zabalza la condición de víctima de violencia por motivación política. "Parecía que existía un gran consenso en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación", ha destacado la familia.

"El Gobierno ha preferido asesorarse, confiar, premiar y dar poder a personas relacionadas con los episodios más oscuros del Estado"

Familia de Mikel Zabalza - Orbaizeta

Las esperanzas sin embargo se han venido abajo con el nombramiento de Arturo Espejo como teniente general de la Guardia Civil. "Es un jarro de agua fría, una ofensa, que borra todo hilo de esperanza y nos deja bien claro que estamos exactamente en el mismo punto en el que estábamos hace 37 años. Ante un muro que no dejarán derribar", lamenta la familia, que considera que "una vez más" el Gobierno de España "ha preferido asesorarse, confiar, premiar y dar poder a personas relacionadas con los episodios más oscuros del Estado en vez de alinearse con los principios de las Naciones Unidas sobre las víctimas". "Ha preferido elegir tortura en vez de verdad y justicia", denuncia.

Apoyo a la familia

Por su parte, la Plataforma Mikel Zabalza Gogoan considera que el ascenso de Espejo es “más doloroso si cabe” porque “fue quien junto con el abogado Argote y Galindo fabrico una versión oficial hoy día no se sostiene” y que fue además "el responsable del interrogatorio de Mikel". “Vemos que ese trabajo que realizo ha sido premiado y encima por los ministros Robles y Marlaska que tienen en su trayectoria un reguero de luces y sombras”, señaló el colectivo, que insiste en la necesidad de desclasificar documentos y reparar el daño causado para “seguir adelante en el plano de la resolución y la convivencia”.

Finalmente, la Red de Personas Torturadas de Navarra ha defendido que "no es ético reconocer y reparar por un lado, mientras se asciende y condecora por el otro". "Vertebrar un escenario de convivencia en la sociedad navarra, pasa evidentemente por reconocer violencias políticas hasta la fecha omitidas. No es moral reconciliar mientras se humilla", argumenta el colectivo, que cifra en 1068 los casos de tortura ocurridos en Navarra.