La formación del nuevo Gobierno de Navarra ha supuesto también un aumento de su estructura, y en especial la de los cargos de libre designación. Tras la aprobación del último decreto son en total 160 personas las que trabajan para la Administración foral en cargos políticos o de confianza. Entre ellos se incluyen los 14 miembros del Gabinete de María Chivite, compuesto por la presidenta y los 13 consejeros y consejeras. Son los mismos que había al cierre de la legislatura anterior. Junto a ellos el Gobierno foral cuenta con otros 62 altos cargos de libre designación, como los jefes de Gabinete, directores generales y directores de organismos. Hay dos direcciones generales más que antes de las elecciones.
En total, la nueva estructura del Gobierno de Navarra dispone de 34 direcciones generales y 9 organismos autónomos. El resto del personal de libre designación, hasta sus 160 integrantes, es personal auxiliar que desempeña labores administrativas, de apoyo o de secretaría. 84 personas realizan estas funciones en el Gobierno de Navarra, frente a las 77 que había el año anterior.
Este incremento, que se suma al que se produjo la pasada legislatura, viene motivado según el Gobierno foral por la necesidad de reforzar los servicios públicos y mejorar la gestión administrativa. Así como por la creación de nuevas estructuras intermedias, como el nuevo Servicio de Tráfico, que la legislatura pasada tenía categoría de sección y que se encargará de gestionar la competencia exclusiva de Tráfico y Seguridad Vial que Navarra prevé asumir de forma paulatina a lo largo de la legislatura.
Entre las novedades del nuevo organigrama se incluye también la creación del Servicio de Oficina de Cambio Climático de Navarra y del Servicio de Reto Demográfico y Vertebración Territorial. Este último asume las funciones de la dirección general de Proyectos Estratégicos, que ha desparecido. También se ha reforzado el Departamento de Salud, que cuenta con un nuevo servicio de Inspección Sanitaria y Farmacia, para dotar de estructura a Farmacovigilancia y dar rango de servicio a la inspección.
De esta forma, según datos del propio Gobierno de Navarra, el número de cargos de libre designación es de nueve más que al finalizar la pasada legislatura. Su impacto presupuestario no obstante es relativo. Tiene un coste de 1,18 millones al año. Cantidad que si se compara con el coste total del gasto de personal de toda la Administración, 1.686 millones, supone un 0,069% más.
Un incremento continuado
El aumento sin embargo es mayor si se toma como referencia el inicio de la pasada legislatura. El primer Gobierno de Chivite aprobó entonces una estructura con 142 cargos de libre designación, que suponía además un incremento muy importante respecto al Ejecutivo anterior, liderado por Uxue Barkos. De hecho, la propia constitución del Gobierno de coalición de PSN, Geroa Bai y Podemos supuso un aumento de nueve a 13 consejerías, con el consiguiente número también de altos cargos y personal de confianza en cada departamento.
La Administración foral vuelve así a una estructura similar en cuanto a número –no tanto en lo que se refiere a organización– a la que tuvo el último Gobierno de Miguel Sanz. Aquella legislatura (2007-2011) el Ejecutivo llegó a tener 156 personas de libre designación, prácticamente las mismas que ahora en un Gobierno de 12 consejerías al principio y 10 al final. Esta reducción vino motivada entonces por la salida del CDN del Ejecutivo, lo que supuso que se fusionaran algunos departamentos.
La principal reestructuración del entramado administrativo se produjo sin embargo en 2011, con la entrada de Yolanda Barcina al Gobierno. El Gabinete se redujo ese año de 10 a 8 consejerías, y el número de cargos de libre designación pasó de 142 a 115. Esa fue una legislatura marcada por la austeridad presupuestaria en la que se reordenó también el conjunto de empresas públicas, reduciéndolas en número y agrupándolas por sectores.
La estructura se mantuvo en términos similares en la legislatura 2015-2019, aunque con un incremento en su tramo final. Aquel Gabinete de Uxue Barkos estuvo compuesto por nueve consejerías y 118 puestos de libre designación.
Aumento de la plantilla
Este proceso ha venido además de la mano de un incremento también del número de empleados públicos, tanto en la Administración como en las empresas públicas que dependen del Gobierno. Según datos del Ejecutivo foral, la plantilla de empleados públicos ha pasado de los 20.169 trabajadores y trabajadoras de 2007 a los 25.959 que hay en la actualidad.
Ha sido un proceso constante que se ha acelerado también los últimos años una vez levantados los límites a la contratación pública que fijó el Gobierno central durante la crisis financiera, y que propiciaron un descenso del número de empleados públicos entre 2011 y 2015. Los últimos años se ha procedido además a su estabilización, reduciendo la temporalidad que ha llegado a superar el 50% en Osasunbidea.
El aumento ha sido todavía mayor en la plantilla de las empresas públicas, que ha crecido un 50% en la última década. Actualmente, 1.647 personas están empleadas por alguna de las sociedades que dependen del Gobierno foral, frente a las 1.061 que había en 2015 y las 1.242 de 2019. La cifra supera el pico de 2011, cuando llegaron a ser 1.458 los empleados de las empresas públicas. l
La polémica
UPN cuestiona los datos oficiales
56 cargos más. La nueva estructura ha generado polémica entre UPN y el Gobierno foral. Según los regionalistas, “el número de jefaturas y de cargos de libre designación” es de 56 más que la pasada legislatura. “A la creación de 6 subdirecciones más, 6 jefaturas de servicio y otras 6 jefaturas de sección; en total, 18 nuevos cargos a sumar a los 38 de los distintos departamentos que ya habíamos detectado hasta ahora”, denuncia la parlamentaria Marta Álvarez, que cifra el coste presupuestario en “2,8 millones al año y en casi 11,5 millones en la legislatura”. El Ejecutivo sin embargo rebate estas cifras, que califica de “contabilidad creativa”. “Las cuentas están en los decretos forales de los boletines oficiales”, ha replicado el vicepresidente y consejero de Presidencia, Félix Taberna, que atribuye los datos de UPN a que “mezcla” jefaturas de negociado con sección y con direcciones generales. “La cifra que ofreció el Gobierno es la fidedigna y es la correcta”, subraya Taberna.
