Ha sido una carrera electoral de principio a fin este 2023. Basta un rápido repaso a las estaciones. Primavera con Municipales y Forales. Verano sanferminero en campaña de las Generales; urnas la víspera del chupinazo de las fiestas de Tudela, Elizondo, Puente la Reina-Gares y San Adrián; investidura de Chivite rubricada la tarde del 15 de agosto en plena canícula, coincidiendo con las fiestas de Tafalla. El otoño no ha ido a la zaga: secuenciado alrededor de la investidura fracasada de Feijóo y la exitosa de Sánchez. Y finalmente el invierno, y la moción de censura en Pamplona del pasado jueves, y el vuelco consiguiente en la alcaldía, con alto valor político y simbólico.

El colofón

Empezando por el final, el giro en Iruña confirma un nuevo tiempo entre el PSOE y EH Bildu y los problemas que UPN viene arrastrando desde 2015. Ocho años donde Esparza, lejos de aminorar las diferencias con el Partido Socialista, las ha ampliado. A UPN le ha faltado en estos años visión de juego, cintura política y lectura comprensiva. Mientras existió ETA, el partido supo interpretar un timbre latente en la sociedad navarra más conservadora. Pero de ahí a creerse la esencia de Navarra iba un trecho que a la postre ha alimentado su crisis. Aquel cuento, muy poco democrático se fue rompiendo de tanto usarlo, hasta que ha terminado resquebrajado.

Hoy UPN puede lamerse sus heridas sobre el consuelo de haber sido la primera fuerza en las elecciones al Parlamento de mayo. Un pódium es un pódium, pero sin mayorías absolutas, quedar en primer lugar le resulta baldío, y a una confusión que aquí se ha demostrado estéril. Está por ver si a Feijóo le termina sucediendo lo mismo en el Estado. Su pataleta al respecto tras las Generales ha terminado generando chanza. Porque la derecha hoy solo se entiende con la extrema derecha, y no suma, ni en Navarra ni en el conjunto del Estado.

Volviendo a UPN: su trozo considerable de pastel le lleva a la frustración, y su travesía por el desierto al espejismo, a decantarse por una oposición frontal al Partido Socialista, que contra los deseos de la derecha, no ha acusado el desgaste. El callejón sin salida es para UPN, tras la sonada ruptura con los socialistas y la escena protagonizada por el propio Esparza este mes de diciembre cuando llamó “escoria” a los dirigentes del PSN y acompañado del resto de su grupo abandonó el hemiciclo del Parlamento.

La crisis en UPN

Esparza desarticuló Navarra Suma porque como marca era un desmentido. Pero UPN en solitario tampoco agrega, y compite con fuerzas que le abren un flanco por la derecha. Con un PPN con liderazgo rejuvenecido, e incluso con Vox, que consiguió entrar en el Parlamento con dos escaños.

El paso del tiempo es una ley inexorable, y la debilidad de UPN se puso aún más de manifiesto en las Generales, donde se convirtió en cuarta fuerza. Pedro Sánchez se la había jugado con un adelanto electoral ante un escenario crudo, pero la bola extra que esperaba UPN de una suma de PP y Vox que le diera la carambola, le condenaba a un desgaste palpable si la apuesta fracasaba. Así ha sucedido, y así lo entendió Javier Esparza, que en agosto, tras ser investida Chivite, anunció que no repetiría como cabeza de cartel. Inmediatamente después, en la apertura de curso, vendría un intento de adaptación estratégica, con vistas a resituar un horizonte político ante el próximo Congreso, pero la moción de censura en Iruña ha hecho saltar el amago por los aires.

El PSN como contraste

Si UPN ‘necesita mejorar’ como decían los boletines de notas en los años ochenta, el Partido Socialista en Navarra ‘progresa adecuadamente’. No solo porque Chivite ha revalidado el Gobierno de Navarra y Sánchez el de España. Además Santos Cerdán se ha reafirmado como un hombre clave, emisario y pararrayos del propio Sánchez, mientras Elma Saiz se ha convertido en ministra, Juan Cruz Cigudosa, en secretario de Estado, y los socialistas navarros, que cotizan al alza, han tenido como mínimo el aval de Ferraz para volcar la alcaldía de Pamplona. Todo ello solidifica más la mayoría progresista en el Parlamento, y aunque la política da vueltas, la dinámica de entendimiento progresista muestra consistencia y voluntad de durabilidad.

El rol de GEROA BAI

Los resultados no son buenos, pero Geroa Bai sigue siendo determinante”, dijo Uxue Barkos la noche electoral del 28 de mayo. Después vendría una negociación muy trabada para la conformación del Gobierno de Navarra, ante un PSN que tras facilitar la presidencia del Parlamento de nuevo a Unai Hualde, pareció jugar con fuego en la conformación del Ejecutivo. El acuerdo finalmente llegó a puerto, y dejó una vicepresidencia segunda de Geroa Bai, Ana Ollo, y cuatro consejeros de esta coalición, incluyendo a la propia Ollo. Cinco días después Barkos anunció en DIARIO DE NOTICIAS que dejaba el Parlamento para convertirse en senadora autonómica. Un fin de ciclo en el parlamentarismo foral de quien fue presidenta de 2015 a 2019. Y el inicio de la maduración de un nuevo cartel electoral, pese a que Barkos seguirá liderando la coalición.

El papel de EH BILDU

La “paciencia estratégica”, made in EH Bildu, está dándole resultados a todos los niveles. La coalición cierra el año en la alcaldía de Pamplona y con un sabor muy dulce. En el balance global es constatable que ha reforzado su interlocución y confianza con el Partido Socialista, tanto en el Congreso de los Diputados como en la Cámara foral.

Contigo-Zurekin, la otra pata

El tercer espacio progresista dentro del Gobierno de Navarra, Contigo-Zurekin, concluye 2023 reforzando presencia y rango con respecto a lo conseguido por Podemos en la anterior legislatura. La vicepresidencia tercera, Begoña Alfaro, es una de las novedades del Ejecutivo. En el aspecto interno, la vertebración de Contigo-Zurekin contrasta con la ruptura de Sumar a las primeras de cambio en el conjunto del Estado.

NOMBRES PROPIOS DE 2023

Santos Cerdán Iñaki Porto

Santos Cerdán

El emisario negociador de la confianza de Pedro Sánchez

El secretario de Organización del PSOE ha adquirido un papel estelar en la política estatal. Cerdán (Milagro, 1969), ha sido un hombre clave para amarrar la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa, y una pieza determinante para labrar el entendimiento con Junts y en particular con Carles Puigdemont, con el que apareció fotografiado en una reunión que fue el preámbulo del acuerdo de investidura. Cerdán ha cerrado un año con una subrayada proyección pública, y se consolida como una figura de la máxima confianza de Pedro Sánchez. En esa línea cabe interpretarse el nombramiento de Elma Saiz como ministra, y el aprobado de Ferraz a la moción de censura en Pamplona para dar la alcaldía a EH Bildu.  

Javier Esparza EDUARDO SANZ-EUROPA PRESS

Javier Esparza

Estrategia fallida y horizonte incierto

El éxito de Cerdán contrasta con el fracaso de Esparza (Pamplona, 1970). UPN de nuevo se ha quedado fuera del Gobierno de Navarra, cortocircuitado en el Congreso, y ahora también fuera de la alcaldía de Pamplona. Su estrategia ha dado alas al PPN, convertido en rival electoral. Si bien en las Forales Esparza dejó de nuevo como primera fuerza a su formación, UPN fue el cuarto partido más votado en las Generales, con una estrategia encomendada a que Núñez Feijóo llegara a la Moncloa con el apoyo de Vox. Todo ello, añadido a la moción de censura en Pamplona que ha desbancado a Ibarrola, deja a Esparza sensiblemente debilitado, tras anunciar en verano que no repetirá como cartel electoral.  

Joseba Asiron Eduardo Sanz

Joseba Asiron

Regreso a la alcaldía de Pamplona-Iruña

Después de ser alcalde en la legislatura 2015-2019, Joseba Asiron (Pamplona-Iruña, 1962) ha conseguido volver a convertirse en primer edil, tras una moción de censura donde el PSN-PSOE ha decidido darle su apoyo, cosa que no hizo en el mes de junio, celebrados los comicios municipales. Asiron tiene tres años por delante para edificar un mandato que estará marcado por ese apoyo socialista, y que tiene alto valor político y simbólico. Un éxito para EH Bildu, que se topará con una derecha echada al monte volcada en torpedear su labor. Con competencia entre UPN y PPN para una oposición frontal, lo que puede terminar fortaleciendo a la mayoría municipal. 

Félix Taberna Unai Beroiz

Félix Taberna

Nueva etapa como vicepresidente primero

Félix Taberna (Marcilla, 1961) ha pasado este año de ser asesor de María Chivite a consejero de Presidencia e Igualdad y vicepresidente segundo. Taberna tiene una larga trayectoria, y fue parlamentario desde 1991 a 2007 en Izquierda Unida, coalición de la que se dio de baja en 2010. A esa experiencia se une su visión de sociólogo y politólogo. Taberna es pieza clave del nuevo Gobierno de Navarra, engranaje de la parte socialista y de la propia Chivite. “A mi la presidenta me influye mucho más de lo que yo le influyo a ella” dijo al comienzo de este curso político, en el que empezó también de portavoz, como lo fue su antecesor Javier Remírez, ahora en el Senado. Pero enseguida, en octubre, Amparo López asumió la portavocía.  

Ana Ollo Iñaki Porto

Ana Ollo

Vicepresidenta segunda en el nuevo gobierno de coalición

Ana Ollo (Pamplona-Iruña, 1965) suma su tercera legislatura en el Parlamento, las tres como miembro de Gobierno, ahora también como vicepresidenta segunda. Tanto ella como el nuevo portavoz parlamentario de Geroa Bai, Pablo Azcona, tienen la responsabilidad de impulsar el proyecto político ahora que la líder de la formación y expresidenta Uxue Barkos ha pasado a ser senadora. Ollo es consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, materias de calado, donde se notará la imprimación de Geroa Bai dentro del Ejecutivo, sobre la experiencia de una tercera legislatura en labores de Gobierno, y de nuevo, como en la pasada legislatura, con el socialista Martín Zabalza en la dirección general.  

Unai Hualde Javier Bergasa

Unai Hualde

Segunda legislatura como presidente del Parlamento

El reelegido presidente del Parlamento fue el primer cargo que se despejó en verano, de forma previa a la ardua negociación que hubo entre PSN y Geroa Bai, que por momentos pareció correr el riesgo de descarrilar. En este segundo mandato, el clima político no va a ser sencillo. Ni por el estado actual de las relaciones de UPN con el Partido Socialista, ni por la presencia de Vox. De hecho, la voluntad del presidente de la Cámara, ahora en proceso de tramitación, es aplicar un protocolo de actuación para impedir o mitigar discursos de cariz racista y xenófobo en la actividad parlamentaria. Hualde (Altsasu, 1976) preside la ponencia que estudia una reforma del Amejoramiento. El texto de la Lorafna data de 1982.

Elma Saiz FERNANDO ALVARADO

Elma Saiz

La alcaldesa que no fue, la ministra que es

Pasó de ser la apuesta del PSN para la alcaldía de Pamplona a convertirse en ministra. La vida política de Saiz (Pamplona, 1975) ha dado vueltas este año. Lo comenzó en el Gobierno de Navarra. Dejó el Ejecutivo foral para trabajar en la campaña municipal. Al no apoyar a Joseba Asiron, EH Bildu se quedó en la oposición, junto al resto de la mayoría. Su nombramiento como ministra abrió las especulaciones de si el PSN cambiaría de postura en el Ayuntamiento de Pamplona, como así finalmente ha sido. Elma Saiz porta la cartera de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Mientras, Juan Cruz Cigudosa es secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades. El socialismo navarro acumula un poder inédito en su historia.

Bel Pozueta Iban Aguinaga

Bel Pozueta

Revalida en el congreso con EH BILDU como segunda fuerza

Bel Pozueta (Altsasu, 1965) afronta su segunda legislatura como diputada en el Congreso dentro de Euskal Herria Bildu, coalición que el 23J se convirtió en segunda fuerza, por detrás del PSN-PSOE, que consiguió dos escaños (Cerdán y Maldonado). EH Bildu mejoró los resultados de noviembre de 2019, lo que representa un éxito rotundo. Por el incremento del número de votos, y por el hecho evidente de que la coalición ha logrado crear un marco de confianza con el Partido Socialista, lo que se evidenció en el debate de investidura de Pedro Sánchez. Si bien las personas que capitalizan gran parte del protagonismo en el grupo parlamentario de Bildu son Mertxe Aizpurua, Oskar Matute, e incluso, en menor medida, Jon Inarritu.  

Sergio Sayas Iban Aguinaga

Sergio Sayas

De diputado de UPN a diputado del PP, y promocionando

Sergio Sayas (Buñuel, 1979) y Carlos García Adanero acordaron en enero concurrir juntos a las elecciones forales y municipales. Adanero lo hizo como cabeza de lista al Ayuntamiento de Pamplona –es concejal– y el 23J presentándose como candidato a diputado por Madrid, logrando in extremis su escaño gracias al voto Cera. Por su parte Sayas, que logró escaño por Navarra en las Generales de julio, fue nombrado portavoz adjunto del Partido Popular en el Congreso. Su nombre se unía al de perfiles como Cayetana Álvarez de Toledo y Rafael Hernando. Sayas disputó en 2020 la presidencia de UPN a Javier Esparza. En verano se mostró favorable a pactar con Vox para que no gobernara el Partido Socialista.  

Ione Belarra Gustavo Valiente

Ione Belarra

El reto de visibilizar a Podemos desde el grupo mixto

La secretaria general de Podemos, exministra del Gobierno español, ha vivido un proceloso 2023. Consumada la ruptura de Podemos con Sumar, el reto de Belarra (Pamplona, 1987), que en julio se había presentado a diputada por Madrid, está en conseguir que Podemos se visibilice en los próximos meses, para que en las Europeas Irene Montero apuntale a la formación morada frente a Sumar, que estando dentro del Ejecutivo gozará de un protagonismo añadido. Ello augura más tensiones con el Gobierno. Podemos no solo afrontará el reto de las Europeas, sino el de las elecciones gallegas (con marejada de fondo en los pactos) y al Parlamento Vasco, con el BNG y EH Bildu compitiendo por parte de su espacio.