El Parlamento de Navarra ha rechazado una resolución en la que se animaba a las familias navarras a matricular a sus hijas e hijos en la red educativa pública durante el próximo proceso de preinscripción y matriculación para el curso escolar 2024-2025.

La iniciativa, a instancias de Contigo-Zurekin, ha contado con el apoyo de los proponentes y de PSN, mientras que EH Bildu y Geroa Bai se han abstenido al no haberse aceptado sus enmiendas, y UPN, PPN y Vox la han rechazado.

Ha sido en el pleno del Parlamento, a donde la moción ha llegado con motivo del proceso de preinscripción y matriculación educativa para el próximo curso escolar 2024-2025. En el actual, 2023-24, más de 75.800 de los 113.100 estudiantes del sistema educativo navarro se encuentran matriculados en centros de la red pública.

En su defensa, Carlos Guzmán (Contigo-Zurekin) ha valorado la apertura social de los colegios públicos de Navarra, donde "la participación de las familias es muy importante" y donde destaca la cualidad integradora, por no discriminar ni por sexo, ni por condición socioeconómica, ni por necesidades educativas.

LA MOCIÓN

"En la escuela pública se valora el esfuerzo por aprender independientemente de la procedencia socioeconómica de los pequeños y pequeñas. La escuela pública es creativa e innovadora", recoge la moción, en la que se valora la capacidad de los docentes, que acceden por oposición, y la variedad de modelos lingüísticos existentes.

Ha alertado sobre la posibilidad de que la concertación de centros sirva para la "segregación social" y, por ello, dada la "coherencia" que deben a su juicio observar las instituciones públicas, ha abogado Guzmán por defender la educación pública, que "es tanto como defender toda nuestra sociedad presente y futura. La pérdida de la educación pública, o su degradación, afecta directamente a la igualdad en las generaciones futuras".

Inmaculada Jurío (PSN)

REACCIONES DE LOS GRUPOS

En el turno de los grupos, por UPN Pedro González ha considerado la moción inicial "una pequeña aberración" al entender que animar al Parlamento a matricular en un sistema determinado es "usurpar derechos básicos de las personas". Por ello, ha defendido una enmienda para "velar por la garantía de los derechos de todos los navarros, no solo de los de determinado modelo exigiendo una oferta amplia que garantice libertad en cualquier red, modelo lingüístico y lugar de Navarra".

Eneka Maiz ha defendido a su vez la enmienda de EH Bildu porque, pese a estar "de acuerdo en el conjunto" de la moción de Contigo, discrepan de que la función del Parlamento sea "animar a las familias". Por ello, los abertzales instan al Gobierno a "garantizar" esa educación de calidad en lo que ha deseado sea "un modelo educativo propio" en el que también se garantice el "modelo de inmersión lingüística del euskera".

María Solana, (Geroa Bai) también ha defendido su propia enmienda, en la que se incidía en "animar a las familias" a matricular a sus hijos e hijas "en modelos en y con euskera" y, poniendo el foco también en las migrantes, como "la mejor vía de integración" en la sociedad navarra.

A favor de la moción inicial, Inmaculada Jurío (PSN) la ha considerado "blanca y limpia", y por ello se ha mostrado "un poco decepcionada" porque había venido a "animar a las familias y hemos acabado hablando de política lingüística y muy poco de lo que pedimos al sistema público navarro".

En contra, el portavoz del PPN, Javier García, ha lamentado que la iniciativa "atenta contra la libertad de los padres. Las Administraciones públicas deben limitarse a decir qué oferta educativa existe. ¿Quién es usted para decir a un padre a donde debe llevar a sus hijos?", ha dicho para criticar el "sectarismo" de la izquierda, que "lo que hace es meter las manos e impregnar de ideología la educación".

También contraria, Maite Nosti (Vox) ha defendido el derecho de los padres a "elegir el tipo de educación de sus hijos en función de sus propias convicciones" mientras que "los poderes públicos deben velar porque los ciudadanos puedan disfrutar de una educación gratuita, exigente y de calidad, pero no la que quiera el Gobierno de turno" y que se empape de "adoctrinamientos deleznables".