Los vínculos entre Koldo García y la Guardia Civil vuelven a estar en el punto de mira tras la difusión de una serie de audios incautados por la Unidad Central Operativa (UCO), que revelan una relación continuada, cercana y de confianza entre el exasesor de José Luis Ábalos y varios agentes del Instituto Armado. Estas grabaciones, recuperadas de los dispositivos móviles del propio García tras el registro practicado en su domicilio, están arrojando luz sobre la red de relaciones personales y profesionales que tejió durante su trayectoria política, tanto en Navarra como tras su salto a Madrid.

El contenido de los audios, adelantado por La Vanguardia, permite constatar que esos lazos no fueron esporádicos ni circunstanciales, sino estables y prolongados en el tiempo. Las conversaciones, que datan al menos desde 2013, cuando García trabajaba junto a Santos Cerdán en la Comunidad Foral, abarcan también el periodo en que ejerció como escolta –función por la que fue condecorado por la Guardia Civil en 2018 con la Cruz Blanca de la Orden del Mérito– y se prolongan incluso después de su salida del Ministerio de Transportes en 2021, tras la destitución de Ábalos.

Familiaridad y afectividad

Lejos de mantener una relación profesional estricta con los agentes, los mensajes de voz muestran una conexión marcada por la familiaridad, los reproches afectivos y las referencias a “favores” personales. En uno de los audios, un agente no identificado le recrimina con sarcasmo su distanciamiento: “Como ya no me quieres, me has cambiado por tus amiguitos los empresarios, los banqueros, los inversores (…) ¿Quién quiere pegarse a la Guardia Civil?”, le dice, antes de despedirse con un inquietante “Arriba España, hablamos cuando puedas, si es que tienes tiempo”. En otro mensaje anterior, del mismo interlocutor, se escucha: “Desde que tienes otra cuadrilla de amigos, amigos ricachones, empoderados, empresarios, ya no cuentas conmigo. El señor está arriba, y todos los que se comportan como tú al final los castigará”. En un tercer audio, fechado en julio de 2022, García recibe una invitación que alude directamente a sus vínculos pasados con el Instituto Armado: “Oye, a ver si tomamos unas copas estos Sanfermines, estos que son amigos tuyos (…) estos de la Guardia Civil”.

Más allá del tono distendido, muchos de los intercambios reflejan una dinámica de intercambio de favores. Guardias civiles le piden ayuda para resolver cuestiones personales y laborales. Uno de ellos solicita una plaza de cabo en una embajada “por problemas con su mujer”; otro le pide que interceda en un tribunal médico para una tercera persona, y un tercero le urge: “Enchúfale rápido”.

Estos materiales forman parte del enorme arsenal de grabaciones y mensajes que la UCO obtuvo tras el volcado de los dispositivos móviles de García. El análisis forense ha revelado no solo conversaciones relevantes, sino también una gran cantidad de archivos de carácter trivial –intercambios con técnicos, amistades y visitas médicas– que han sido igualmente entregados a las partes por orden del juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, encargado de la instrucción del caso Cerdán.

Koldo García comparece en la comisión de investigación del Senado. Eduardo Parra/EP

Posible agente encubierto

La defensa del ex número tres del PSOE, en prisión provisional desde el 30 de junio, sostiene precisamente que Koldo García actuaba como colaborador de la Guardia Civil. En varios escritos, los letrados Benet Salellas y Jacobo Teijelo han insistido en que García habría mantenido un papel activo como informante o agente encubierto. En esa línea, han solicitado sin éxito al juez que recabe de la Guardia Civil información detallada sobre “todas las colaboraciones realizadas por el señor Koldo García con las distintas unidades de la Guardia Civil, sea en el estatus que fuere, durante el período 2018-2024”, que abarca los años en los que se grabaron muchos de los audios (entre 2019 y 2023).

Además, pidieron aclarar si García figura en el inventario oficial de fuentes policiales y si se han producido contactos con la UCO durante ese mismo periodo. Estas diligencias, sin embargo, fueron rechazadas por el magistrado Puente en un auto fechado el 17 de julio. Según el instructor, “en nada contribuirá a la determinación del objeto de la investigación conocer el número de oportunidades en las que Koldo García hubiera podido realizar cualquier clase de colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (en particular, con la Guardia Civil), en relación con qué concretos asuntos (siendo claro que no con respecto al que ahora importa) y protagonizando qué particulares conductas”, dice en el auto.

“Víctima de las cloacas” 

A pesar del rechazo del juez, los defensores de Cerdán insisten en esta línea argumental. Presentan al exdirigente socialista navarro como una víctima de las llamadas cloacas del Estado, dentro de una operación política motivada por su papel clave en el giro estratégico del PSOE hacia posiciones favorables al diálogo con las fuerzas soberanistas, en especial durante las negociaciones con Junts que precedieron a la aprobación de la Ley de Amnistía y a la investidura de Pedro Sánchez en 2023.

En paralelo, el diputado de Comuns-Sumar Gerardo Pisarello ha trasladado al Congreso una batería de preguntas dirigidas al Ejecutivo, en las que solicita aclaraciones sobre la naturaleza de la relación entre la Guardia Civil y García. El parlamentario exige transparencia sobre si existieron canales de colaboración formales o informales entre los agentes y el exasesor, quien, además de haber sido condecorado durante el Gobierno del PP, en tiempos de Mariano Rajoy, también fue indultado cuando José María Aznar ocupaba La Moncloa.