"Enclavado entre las cumbres de la sierra de Aralar, en término de Uharte Arakil, el santuario de San Miguel de Excelsis es uno de los centros de espiritualidad más antiguos y enraizados de Navarra. Su iglesia, joya de la arquitectura románica, alberga un bellísimo frontal de esmaltes, obra maestra de la orfebrería europea del siglo XII. La imagen titular de San Miguel, revestida de plata sobredorada, recorre cada año, llevando el anuncio evangélico, cientos de pueblos, parroquias y entidades", así es como desde la web del propio santuario describen este lugar.
Un "templo románico" que para National Geographic, "se ubica en uno de los miradores más privilegiados del Reyno y guarda uno de los mejores esmaltes medievales del mundo". Así lo índica en una de las últimas publicaciones de la prestigiosa revista de viajes.
El santuario milenario de Navarra "que fue construido sobre la cueva de un dragón" ha conquistado a National Geographic
"Sobre la cúpula del Santuario de San Miguel de Aralar se ubica la antena que da cobertura a las ambulancias de Navarra. Al dato se le puede sacar punta porque el Arcángel Miguel es el protector de los cristianos, pero lo cierto es que la antena está ahí porque este es un lugar privilegiado desde el que se atisba buena parte de Navarra y desde el que, ya hace dos milenios, se protegía la calzada romana que unía Astorga y Burdeos", relata el filólogo, autor de guías y periodista de viajes, Miguel Cuesta, autor de la publicación de National Geographic destinada a hablar del santuario de San Miguel de Excelsis.
Según explican en la publicación, "una de las peculiaridades de este templo de raíces milenarias es que, en lugar de capillas laterales, tiene una central que bloquea la vista de la nave central. Alberga una peculiar figura del arcángel que, en lugar de aparecer, como tantas otras veces, lanceando a Satanás, sostiene una cruz sobre la cabeza como símbolo de la victoria de Cristo, del bien sobre el mal. La razón de por qué este santuario se ubica aquí y está consagrado a San Miguel, la podemos encontrar en unas gruesas cadenas que hay a la entrada de la capilla, cadenas bajo las que es costumbre pasar buscando buena fortuna".
"Construida sobre una sima en la que se supone que está encerrado el dragón"
Unas cadenas que, según cuentan, "se supone que son las mismas que se ató a los pies el caballero Teodosio de Goñi, a modo de penitencia, en su viaje de Roma hasta aquí, adonde fue buscando perdón después de haber cometido un parricidio accidental. Cuenta la leyenda que el caballero, después de su periplo, se instaló en el entorno del santuario como ermitaño, y que un día vio aparecer un dragón de una cueva que pretendía devorarlo. Teodosio invocó a San Miguel y el protector de la Iglesia descendió de los cielos para alancear al dragón y devolverlo a su cueva, momento tras el cual las cadenas del ermitaño se desprendieron milagrosamente".
"La capilla está construida sobre una sima en la que se supone que está encerrado el dragón. Tan es así, que a la derecha del pequeño altar se conserva una pequeña oquedad que conecta el templo con la cueva. Ahora está tapada por cuestiones de seguridad, pero esperan poder volver a abrirla para que, como antiguamente, se pueda escuchar el rugido del dragón sometido, o sea, el viento corriendo por las entrañas del sistema kárstico de la Sierra de Aralar", añaden desde National Geograhic.