Cuenta la leyenda que en las tierras de la Bética pastaron, en tiempos inmemoriales, grandes manadas de toros, bovinos de la mitología que alimentaron narraciones épicas. Debieron ser toros inmensos. Un estudio arqueológico desarrollado en universidades del sur de la Península, sacó a la luz no hace demasiado los resultados de una investigación que llevaban tiempo realizando. A partir de las huellas de uro encontradas, los investigadores concluyeron que en aquellos terrenos habían pastado toros gigantescos. Los Miuras que se lidiaron ayer en Pamplona tenían algo que ver con aquellos uros mitológicos. Seguro. Así podríamos suponerlo al ver sus alzadas, su corpulencia y su terrorífica presencia, se les mirara por donde se les mirara. Esta relación de parentesco entre los Miura de ayer y los toros de la Bética, la hacemos un poco al albur, sin pruebas contundentes, sin documentos que puedan sostener esta tesis traída aquí con alfileres. Pero no habrá voz que discuta el parecido tan semejante de los de ayer con aquellos toros que estampaban la revista La lidia, por ejemplo. En Miura todavía se cría un toro antiguo, con mucha alzada, de cuerna un tanto retorcida, de cajas larguísimas… Un toro que quita el hipo. Ayer vimos y disfrutamos estas morfologías taurinas. Ofrecieron lo que debería ser fundamental en cualquier corrida de toros: peligro y emoción. La corrida se desarrolló desde el lado de la lidia: el toreo en los pies para encontrar el lugar adecuado en el que colocar la muleta, procurando ganar ese terreno antes de que lo hiciera el animal, tirando telas para abajo con la intención de doblegar. En estas lidias, el toreo cambia su estética, se olvidan las series ligadas y preciosistas, desaparece el estilismo; la belleza es otra.
La tarde fue para Colombo que mostró inteligencia, valor y simpatía. Supo lidiar con toros y con plaza. Espoleó al público de sol en más de una ocasión y con los toros estuvo valiente, efectivo y le dejó una pedazo de estocada al que cerraba plaza. Un estocada de ensueño que abre una puerta grande y cierra una feria.