pamplona. La Guardia Civil de-nunció anteayer a dos personas acusadas de capturar con métodos prohibidos no selectivos diversas aves catalogadas de interés especial. Según informó la propia Guardia Civil en un comunicado, la investigación se inició cuando, con motivo de los Servicios realizados por el SEPRONA en la prevención del furtivismo, se observó la colocación de dos redes japonesas en un campo de cultivo de girasol ubicado en el concejo Cendea de Olza (Navarra). De esta manera, la Guardia Civil decidió mantenerse en la zona y se vigiló las redes para detectar a los propietarios de las trampas cuando regresaran a comprobar o recoger las redes depositadas en el campo de girasoles.

Así, sobre las 11.30 horas del jueves pasado, la Guardia Civil detectó la entrada en la parcela de un vehículo que se detuvo a la altura de la primera red, donde su conductor pudo ser identificado por los agentes que se habían apostado cerca de las trampas y que esperaban el regreso de sus dueños.

Allí fueron aprehendidas dos redes japonesas, que en su interior contenían cinco ejemplares muertos de fringílidos (un verderón, un verdecillo, un pardillo y dos jilgueros), y cuatro vivos, que eran dos jilgueros y dos currucas Capirota, estas últimas catalogadas de interés especial.

Tras el levantamiento del acta y decomiso por parte de los agentes y del posterior, traslado de las aves vivas al Centro de Recuperación de Ilundain, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, denunció a dos varones como los autores de una supuesta infracción muy grave a la Ley Foral de caza y pesca en Navarra.