pamplona. Por último, reconoció su culpabilidad, "pero no como dicen ellos (fiscal y acusación particular), que lo apuñalé por la espalda. Le dí todos los navajazos de frente, de una sola vez y para defender mi vida, porque él me atacó antes. Yo no busco a nadie, pero a mí, si me buscan, me encuentran". Esta última cuestión es crucial para tipificar la conducta de Sergio Fernando Ramos de Sousa, portugués de 23 años y vecino de Pamplona, que lo que reconocía anteriormente es que mató al joven donostiarra Asier Lavandera La Granja, donostiarra de 21 años, a la salida de una discoteca de Lekunberri en enero de 2010. Es crucial si las puñaladas contra Lavandera las efectuó de cara o también por la espalda, como sostienen las acusaciones, y si la víctima huyó como pudo después de que recibiera los tres primeros navajazos y, luego, al darle alcance el procesado, le volvió a asestar dos nuevas heridas con el arma blanca.

El juicio contra Ramos, que comenzó ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra y al que juzgarán cuatro hombres y cinco mujeres que conforman el jurado popular, puso negro sobre blanco que el procesado no ha reparado todavía en el dolor causado a la familia de Asier y que, por tanto, apenas entiende de arrepentimiento. Quizá decir que es el culpable es para él suficiente. Su testimonio, plagado de desafíos, poses retadoras y una actitud entre arrogante y pasota, incluso resultó complicado para su propia defensa. Esto vino a decir a cada una de las partes en un tenso interrogatorio:

Fiscalía: Dígame qué hizo el día del crimen antes de ir a la discoteca.Fiscalía:

Estuve bebiendo con la cuadrilla, fuimos a un bar de Pamplona y más tarde a Lekunberri.

¿Con quién acudió?

Eso no viene a cuento con quién estuve. Me están juzgando a mí.

¿Qué es lo que bebió?

No lo sé. Bebí de todo, la verdad.

Dijo en una declaración que había bebido dos cubatas de JB y cola.

Sé lo que he declarado. Fueron dos cubatas en la discoteca, pero antes hubo muchos más. Hicimos botellón en Yamaguchi y me tomé varios cubatas en otro bar.

Sin embargo, cuando la Guardia Civil le hizo las pruebas de alcohol, arrojó un resultado de 0,0.

Bien tarde me hicieron las pruebas.

¿Qué pasó en la discoteca Mao Mao?

Estuvimos normal, bailando y bebiendo sin ningún problema y luego comenzó el tema ese cuando ya estaba cerrada. El difunto me pegó varios golpes por la espalda en la cabeza, se me puso enfrente y vi que había gente con palos a la que no conocía. (El magistrado presidente le aclara que "el difunto" se llamaba Asier. Ramos dice que le parecía más respetuoso llamarle difunto). A partir de los golpes, le dije a Asier a ver si estaba tonto y vi que venía con otro amigo que tenía una botella en la mano. Me aparté de ellos, saqué la navaja, hice un amago para que se asustaran, no lo hicieron y yo estaba entre un montón de gente que no conocía. Me defendí por mi propia vida. Pensé que antes de que llore mi madre, que ya no puede llorar, que llore la suya (el acusado perdió a su madre a los 7 años). Yo no tenía que estar en ese jaleo.

Pero eso es contradictorio con lo que usted ha declarado otras veces.

No es contradictorio, es más detallado, más específico.

¿Cómo asestó los navajazos?

Lo hice de cara de una sola vez, cuando le avisé a Asier. Desde mi punto de vista fue un malentendido que no tenía que haber acabado así, pero cada uno es dueño de lo que hace. Y por cierto, no es verdad que yo le perseguí. Los hechos fueron delante de la discoteca, no a los lados.

No es más cierto que le asestó unos navajazos que Asier se pudo levantar, que usted le persiguió...

(Interrumpe) No es cierto.

Déjeme terminar si no le importa y luego contesta. Entonces no corrió hacia Asier, que se cayó y le asestó nuevos navajazos.

Le estoy contestando a la pregunta: no es cierto. Fue todo de cara. Yo no tengo necesidad de ir por la espalda, no soy tan perro como otros.

¿Dónde le asestó los navajazos? ¿Lo recuerda?

Sí y no. Lo recuerdo, pero no quiero contestar a más preguntas.

Con posterioridad a dar los navajazos, ¿qué es lo que hizo?

Irme.

¿Cómo se marchó?

Corriendo. No solo iban a por mí, sino a por más personas. Miré alrededor buscando a más conocidos para irnos porque no tenía que haber pasado todo eso. En ese momento me asusté de lo que había hecho y me fui. Reconozco lo que he hecho, estoy de acuerdo de la condena que me vayan a poner y a lo hecho, pecho. Así de claro.

Se marchó en el coche con los amigos que había llegado y les dijo "vámonos, vámonos".

Sí, pero no iba ni de piloto ni de copiloto. Iba en la parte de atrás. No es como habéis dicho vosotros o el testigo que ha dicho eso. No hay más. La gente siguió persiguiéndome y tuve que pararme y plantarles cara a la gente esa. Como verá, si me atacan, yo me defiendo, de una forma u otra. Pero yo no soy de buscar jaleo.

Les contó lo sucedido a los que iban con usted en el coche.

Sí, cuando nos pararon. Les conté que había sido yo en cuanto me tumbó la Guardia Civil en el suelo, lo he repetido en el juzgado y en todos sitios.

¿Sabía que le estaba dando navajazos a Asier a matar?

No contesto a esa pregunta.

En su declaración policial manifestó que le clavó la navaja a matar y que si lo hizo bien, tenía que estar muerto.

Le repito lo mismo. No contesto, entonces estaba muy nervioso.

Manifestó a los peritos judiciales que cuando mató a Asier, le dijo a este "si has hecho bien ejercicio, tienes un minuto de vida, jódete".

No le dije nada (a la víctima).

Preguntas de la acusación particular. ¿Dónde se quedó al salir de la Mao Mao?Preguntas de la acusación particular.

Estuve hablando con trabajadores de la discoteca, preguntando si había autobuses. Salí de la discoteca y crucé una calle. Me quedé hablando tranquilamente con una persona (primero declaró un chico y luego dijo una chica. Niega que sea su amigo Diego). De un momento a otro, Asier me saltó por la espalda. Miré a Asier, que se puso delante mía, y le dije: Qué pasa, estás tonto. Y no me dijo nada. Y volvió a atacarme sin ningún motivo.

¿Y usted qué hizo? ¿No hizo nada?

No hice nada. Bueno, claro que me defendí. Usted ¿cuántas mejillas me ve? Me ve solo dos. Pues una puse, la otra la volví a poner preguntándole y luego, ¿qué más quiere, que ponga el culo? Y ya no le voy a contestar a más preguntas

Preguntas de la defensa. ¿Es cierto que un chico le pegó cuatro puñetazos en la nuca cuando estaba hablando usted con una chica?Preguntas de la defensa.

Sí, era Asier. Estoy totalmente seguro. Le pregunté si estaba tonto después de que me atacara por la espalda. Se puso de frente, vino a agredirme y no llegó a tocarme. Me protegí con los brazos y saqué la navaja (la hizo bailar en las manos). Lo hice para que se asustase y me dejase en paz. Al ver que no retrocedía y que no me daba ningún motivo para no utilizarla, pues ya está.Yo no pintaba nada en medio de ese jaleo. Pensaba que me iban a agredir él y sus amigos. No me dijo nada. Antes de que esté yo en una cuneta por no haber hecho nada, yo me voy a defender. Así de claro.

Todas las puñaladas las da seguidas, pero ¿cómo le alcanza por detrás (tenía una puñalada en la espalda)?

Estaba bailando la navaja (pasándosela de una mano a otra) y cuando me vino a pegar, se las dí todas. Tas, tas, tas, tas (hace un movimiento con el brazo simulando la acción de los navajazos). Es una chorrada que fuera por la espalda a pegarle, yo no soy de ir a buscar a nadie para tener jaleo.

¿Se cambia la navaja de mano de tal forma que se la clava en la parte alta de la espalda?

Haciéndole agachar el cuello. Le agaché y le clavé.

l Fiscalía (Homicidio, 14,5 años de prisión). Acusa a Sergio Fernando Ramos de Sousa de un delito de homicidio y solicita 14,5 años de prisión. "Lo único que reconoce el procesado es que fue el autor de los navajazos. No hay ni muestra de arrepentimiento. Pido atención al jurado para que observe dónde se le asestaron los navajazos a la víctima, en qué zona, y que comportamiento tuvo luego el acusado. Como demostrarán los forenses a lo largo del juicio, el procesado fue plenamente consciente de lo que hizo".

l Acusación particular (Asesinato, 25 años de cárcel). Solicita 25 años de prisión por un delito de asesinato, en el que concurren alevosía y ensañamiento. "No contento con asestarle tres puñaladas en el abdomen y el tórax, Asier intenta huir herido de muerte y el acusado le persigue. Cuando cae, por una hemorragia por la que no podía respirar, le da dos puñaladas por la espalda. Así se aprovecha de su debilidad y aumenta su sufrimiento".

l Defensa (Homicidio, 4 atenuantes, 2,5 años interno en centro educativo especial). Pide 2,5 años de internamiento en un centro educativo especial por un delito de homicidio con las atenuantes de confesión, embriaguez, agresión previa y trastorno mixto o psicopático de la personalidad. Su abogado dijo que "los amigos de Asier se contradicen. Mi defendido no le persiguió. No tenía por qué hacerlo. Él es muy hábil con la navaja y por suerte o por desgracia le dio los navajazos de frente".

l La familia Lavandera La Granja, en primera fila. Los familiares, primos y allegados de Asier Lavandera, una veintena, ocuparon las primeras filas de la sala donde se celebró el juicio. Sus padres aguantaron con gran entereza la tremenda declaración del procesado. El presidente del tribunal expulsó a un familiar que realizó un comentario cuando Vilches reconocía la navaja de gran tamaño (26 centímetros, de mariposa) con la que acabó con la vida de Asier.

l Estudiantes del Aula de la Experiencia de la UPNA, en el juicio. Gran parte del público que asistió ayer al juicio lo componían los alrededor de 40 alumnos de prácticas del primer curso del Aula de la Experiencia de la UPNA (más de 50 años), de la diplomatura de Ciencias Sociales y Humanidades. Se trata del segundo año en el que acuden a una vista oral dentro de la asignatura Introducción al Derecho.

l Un jurado de 5 mujeres y 4 hombres. Antes del inicio del juicio, la defensa recusó a cuatro de los primeros precandidatos a jurado y la fiscal y la acusación particular a otros dos, cada una de ellas. Finalmente, de la veintena inicial de personas seleccionadas para formar jurado, este lo conforman 5 mujeres y 4 hombres, de perfil joven, entre 30-40 años la mayoría. Hay dos mujeres suplentes. El jurado lo preside el magistrado Francisco Goyena.