alicante - Un hombre, de 58 años, fue detenido ayer por presuntamente atracar a cara descubierta y con un revólver siete sucursales bancarias de las provincias de Alicante y Murcia durante los últimos cuatro años, golpes en los que sumó un botín de más de 350.000 euros.
El arrestado, que entre sus vecinos tenía apariencia de “bonachón” y que trabajaba de cara al público en una frutería, planificaba al detalle cada atraco y actuaba a cara descubierta, pese a lo cual ha sido muy complicada su identificación porque entre robo y robo usaba unas gafas graduadas de gran tamaño que cambiaban su apariencia.
La Guardia Civil de Alicante desarrolló la operación que permitió su arresto en la pequeña población alicantina de Hondón de los Frailes, donde se recuperaron 50.000 euros que había sustraído 48 horas antes en una oficina bancaria de la pedanía de La Murada, en el término de Orihuela, así como dos revólveres y tres cajas de munición.
Tras pasar a disposición judicial, el supuesto atracador fue enviado a prisión provisional sin fianza mientras que su pareja sentimental, una mujer de 48 años también detenida, quedó en libertad con cargos por supuesta encubridora y colaboradora.
Las oficinas elegidas estaban situadas en pueblos pequeños o pedanías pero con múltiples accesos viarios para facilitar la huida, y además presentaban poco trasiego de clientes.
En su vida diaria usaba gafas con una importante graduación y gran tamaño, por lo que cuando se las quitaba para cometer los golpes cambiaba radicalmente de aspecto.
Una vez cometido el atraco, volvía a colocarse las gafas, se rasuraba el pelo y recuperaba el aspecto de bonachón, por el que lo conocía su entorno.
Durante los largos periodos que permanecía dormido en su actividad delictiva, trabajaba de cara al público regentando una frutería, y nadie lo asociaba al atracador de bancos que llevaba en búsqueda y captura desde 2013, excepto su compañera sentimental, que conocía perfectamente su faceta oculta, y de quien los agentes creen que ayudaba a estudiar las sucursales.
a lo ‘harry el sucio’ Su modus operandi era siempre el mismo: entraba en la sucursal y entablaba conversación con algún empleado, y durante un momento de la conversación sacaba el arma, con tranquilidad, y amenazaba al empleado apuntándole y exigiendo el dinero.
El presunto atracador utilizaba en sus golpes el mismo revólver que Clint Eastwood en Harry el sucio. El suboficial mayor de la Guardia Civil Miguel Maldonado, jefe de la investigación, explicó que se trata de una Smith&Wesson 357 Magnun, que destaca por su largo cañón y su gran capacidad.
Pese a la aparatosidad de esta conocida arma de fuego, el atracador no llegó a disparar en ninguno de los siete golpes y simplemente se limitó a empuñarla o simplemente mostrarla. - Efe