pamplona - Rubén González Anoz, de 41 años y vecino de Milagro, falleció ayer en un accidente de tráfico en el centro de Cadreita al estrellar el coche que conducía contra la fachada de una vivienda en la calle Cuesta de la Cascajera. El fallecido conducía un vehículo a gran velocidad en el transcurso de un seguimiento policial a primera hora de la mañana de ayer. Al parecer, el coche que conducía era de un amigo con el que el fallecido podía haber disfrutado de la noche de Reyes en la localidad.

Agentes de la Policía Foral acudieron a Cadreita ante la alerta comunicada por los dueños del bar de las piscinas de la localidad que manifestaban haber sufrido un robo a las 7.00 horas. Al acudir al lugar comprobaron que la puerta del bar había sido forzada. Siete minutos después de la llegada de la patrulla de Seguridad Vial de la comisaría de Tudela, los agentes desplazados localizaron un vehículo que realizaba movimientos sospechosos y fue entonces cuando iniciaron un seguimiento discreto para no llamar la atención del conductor.

Pasadas las 8.00 horas, el vehículo vigilado accedió a una calle de la localidad en dirección contraria. Alertados por la maniobra ilegal, la patrulla se aproximó al vehículo para darle el alto y alertó de su presencia con una ráfaga de luces. El conductor del vehículo decidió entonces no hacer caso a las indicaciones de la patrulla de la Policía Foral y emprendió la huida a gran velocidad por las calles de Cadreita donde 180 metros después, tras pasar por un badén, perdió el control del vehículo y acabó empotrándose contra la fachada de una vivienda en la calle Cuesta de la Cascajera y perdió la vida.

Hasta el lugar del suceso se desplazaron patrullas de la Guardia Civil , Policía Foral y Bomberos de Peralta que movilizaron a su vez una ambulancia medicalizada. Cuando llegaron el médico y los enfermeros de guardia, los bomberos habían sacado al único ocupante del vehículo y habían tratado de reanimar al herido sin éxito. Es decir, los sanitarios únicamente pudieron certificar el fallecimiento del hombre.

Tras la investigación llevada a cabo hasta última hora de la tarde de ayer, la Policía Foral descartó en principio que González pudiera estar implicado en el robo del bar de las piscinas de Cadreita.

un vecino con antecedentes Más conocido como El Soguero, apodo que le venía por algún familiar que se dedicaba a hacer sogas hace años, Rubén González Anoz formaba parte de una familia asentada en Milagro. Su madre, que falleció hace unos años, era natural de la localidad ribera mientras que su padre, conocido como El Andaluz, llegó hace años desde la comunidad andaluza. El fallecido también tenía una hermana casada y con familia en Milagro.

El finado no había tenido un trabajo estable en los últimos años y era conocido en la localidad por tener numerosos antecedentes policiales, habiendo estado en prisión hasta hace poco.