Pamplona - Navarra contará de aquí a un año con su propio refugio de montaña en el Pirineo tras casi dos décadas siendo la única comunidad fronteriza que no contaba con una instalación de este tipo. La Federación de Montaña y Escalada de Navarra confía en que para el verano de 2020 pueda abrir sus puertas el remozado Refugio Ángel Olorón, que fue cerrado en 2004 después de una azarosa vida que arrancó en 1971. Las obras de rehabilitación están bastante avanzadas (actualmente se está acometiendo la sustitución de la cubierta, se ha acabado el tema de estructura y se entra en la fase de obra pequeña y acondicionamiento interno) mientras que el proceso administrativo de adjudicación de su gestión ha despertado un notable interés (hay una veintena de equipos interesados) y podría estar resuelto para la vuelta de este verano del 2019. Todo esto ha sido posible por el trabajo en común de diferentes instituciones (NICDO, Federación, valle del Roncal, Lescún...) bajo el paraguas de un ambicioso proyecto europeo POCTEFA (Belarouat 2014-2020) dotado con más de dos millones de euros de los fondos FEDER y cofinanciado por el Gobierno de Navarra. De ellos sólo una parte se dedican a la reforma de este edificio abandonado y la mejora del vecino francés de Laberouat, ya que el proyecto incluye una batería de acciones de ámbito deportivo, educativo y mediombiental.

En lo que tiene que ver con las obras del Ángel Olorón, superar el periodo invernal era clave para ajustar las previsiones del fin de obra. El invierno ha sido bastante favorable meteorológicamente hablando, pero a última hora se han tenido que gestionar una serie de modificaciones del interior que han provocado que los trabajos no se puedan concluir con el esperado adelanto sobre los plazos legales. El programa termina en noviembre de 2020 y llegó incluso a barajarse la reapertura a inicios de ese año aunque finalmente habrá que esperar al verano. El proyecto de rediseño del refugio corrió a cargo de los arquitectos Fernando Martínez y Javier Esquisabel mientras que las obras las está realizando la empresa aragonesa especializada en este tipo de espacios, Prames. El invierno en este sentido ha sido bastante positivo, ya que han sido pocos días los que el puerto de Belagua ha estado cortado. Eso sí, dadas las condiciones extremas a más de 1.400 metros con bajas temperaturas, nieblas y muy expuestos a los vientos, los trabajos durante esta primera fase, que ha ido desde el 1 de septiembre a Semana Santa, se han centrado en el interior. Los esfuerzos se han dedicado sobre todo a derribos y reformas de la estructura para crear un espacio interno más habitable. El proyecto es respetuoso estéticamente con la silueta del refugio Ángel Olorón, todo un icono del Pirineo, pero perseguía una reconversión de su interior que reduce su capacidad como albergue pero aumenta su confort y calidad de los espacios. Cuando fue construido en los años 70 se pensó en un refugio con 136 plazas en tres grandes habitaciones mientras que actualmente las plazas se reducen a 64 (y otras cuatro para personas con discapacidad y sus acompañantes) pero distribuidas en cuartos más pequeños de 4-6 personas. “Se trata de un refugio ya moderno que incluye también mejoras en las instalaciones (12 plazas) para los guardas y personal contratado”, explica Koldo Aldaz, vicepresidente de la Federación y uno de los principales impulsores del proyecto. También se está procediendo a toda una renovación del saneamiento, electricidad, zona de comedores, cocina (orientada al sur como la futura terraza)...., cuestiones que están muy ligada a lo que será la segunda fase del proyecto centrada en el equipamiento. Ahora se trabaja en la cubierta, que será sustituida por una de cinc, antes de rematar el interior. El objetivo es que pueda entregarse y funcionar para el verano del 2020. Solo falta un año.

Recuerdos con futuro

La reapertura del refugio Ángel Olorón será una fecha que entrará en la Historia del montañismo navarro, pero también tiene una gran carga simbólica y emocional para muchas personas que han sido protagonistas de la intrahistoria de este refugio desde su gestación en los años 60, su inauguración en los 70, su cierre a principios de este siglo y su resurrección .... Algunas de esas personas ya no están y otras sueñan con poder conocer ese día. Entre ellas se encuentra Paquita Bretos, viuda del montañero Ángel Olorón que dio nombre al refugio. Al día siguiente del arranque de las obras de rehabilitación cumplió 92 años y ahora espera poder llegar, tan bien como está, al momento en el que el edificio reabra sus puertas. En el acto de la primera piedra de la reforma el colectivo Txantxalan de Burgui le entregó un regalo especial: la primera teja reciclada y decorada con un dibujo inspirado en una postal del artista Carlos Klett. Fue el primer paso de esta sencilla iniciativa para promocionar la zona. Se llama Belagoa gogan/ Recuerdos con futuro. Trata de recopilar historias y anécdotas de la primera época del refugio a cambio de este souvenir. Más información en www.belagoagogoan.wordpress.com.

Un proyecto con ingredientes deportivos, educativos y de desarrollo transfronterizo

El proyecto BELAROUAT es una iniciativa la que participan cinco entidades asociadas: Junta del Valle de Roncal, NICDO, La Ligue de L Enseignement des Pyrénées Atlantiques, la Mairie de Lescun y la Federación Navarra de Deportes de la Montaña y Escalada como jefe de filas. El proyecto se va a desarrollar en el Valle de Roncal y en Lescun, el objetivo del proyecto es revalorizar el entorno del Pic d Anie y de la Reserva Natural de Larra y promover la colaboración entre refugios de montaña de los dos lados de la frontera. La parte más visible es la rehabilitación del Refugio Ángel Olorón (760.000 euros) y la mejoras en el de Laberouat, pero el proyecto (dotado en conjunto con 2,2 millones) va mucho más allá e incluye componentes educativos, deportivos, medioambientales y de desarrollo interfronterizo. Ahí es donde la veintena de equipos interesados en la gestión del refugio (se adjudicará para la vuelta de este verano) deberán marcar la diferencia para lograr su adjudicación, un proceso que lo lleva la Federación. En espera de contar con las nuevas instalaciones ya se han lanzado convocatorias de actividades educativas subvencionadas (travesías, campos de trabajo de una semana....) para este verano tomando como base de operaciones el camping de Asolaze y Laberouat. "Han tenido una gran respuesta y ya hay 400 chavales y chavalas apuntados", comenta, aunque quedan plazas en la segunda quincena de agosto para jóvenes de 14 a 22 años (más información e inscripciones en www.mendizmendi.com). Otro capítulo importante son los diferentes eventos deportivos . Está abierta la inscripción para el doble kilómetro vertical de septiembre de la Izabako Kirol Elkartea y para la marcha Belagua-Laberouat, del Club Pirineos (15 y 16 de junio). Finalmente, otra línea de trabajo incluida en el proyecto tiene que ver con una red transfronteriza para poner en valor el entorno natural y social del Pirineo además de crear un producto turístico atractivo. "Ahora se está elaborando una especie de directorio y agenda con contactos para poder responder a consultas que tengan que ver con los recursos de la zona y coordinar energías".