Miles de navarros han abierto las ventanas esta mañana y han podido observar una estampa propia de Marte o apocalíptica. El fenómeno meteorológico de la calima, propio del sur del Estado español y de las Islas Canarias, es básicamente la presencia de partículas de arena, polvo, cenizas o arcilla en suspensión. Estas suelen ser numerosas y de pequeño tamaño, por lo que el aire parece opaco y provoca que el cielo se enturbie.

La aparición de la calima o "lluvia de barro" en el Cantábrico se debe al empeoramiento de la calidad del aire por la arena procedente del desierto del Sáhara que arrastra la borrasca Celia. Este fenómeno podría alargarse hasta el miércoles por la tarde, cuando está previsto que cambie la dirección del viento.

Cielo anaranjado

El parecido con el planeta Marte, por su color naranja, está propiciado de manera "natural". Es decir, las partículas de arena que provienen del desierto del Sáhara, por el empeoramiento del aire.

Existe un segundo tipo de calima que sería originada por "eventos especiales". Esta se debe a la contaminación o los efectos forestales.

¿Dónde suele afectar más?

No suele ser lo habitual que este fenómeno meteorológico se extienda hasta el Cantábrico. Afecta de manera más frecuente en el Mediterráneo, el sur del Estado español y las Islas Canarias. Al igual que los vascos los ciudadanos de Murcia, Alicante y Almería también se han visto sorprendidos por la calima. Las calimas acaecidas en Canarias suelen tener una duración de entre tres y cinco días.

Afecciones

La calima, además de degradar la calidad del aire y disminuir la visibilidad, puede afectar a la salud de las personas de manera grave. Los principales afectados sería la gente con asma. Otros efectos secundarios derivados por respirar el polvo podrían ser broncoespasmos, crisis respiratorias o episodios de asma.

Los expertos recomiendan el cierre de ventanas, el uso de mascarillas en exteriores, la ingesta de líquidos y evitar hacer ejercicio al aire libre.