La Fundación Paz y Solidaridad ha presentado este miércoles en el Parlamento de Navarra la campaña "Juventud. Trabajo decente y migraciones", con la que pretende sensibilizar a los jóvenes migrantes sobre su derechos al "trabajo decente" y evitar así que se puedan normalizar entre ellos el trabajo precario.

Durante una sesión de trabajo, representantes de la Fundación han explicado su actividad en el marco de la Agenda 2030 relacionada con la participación juvenil en la transformación social, el empoderamiento de la mujer, la lucha contra el cambio climático y el "trabajo decente", un concepto acuñado por la OIT.

De éste último han indicado que es la síntesis de una relación laboral que garantice a las personas unas condiciones de vida digna o decentes, un empelo productivo con un sueldo justo, seguridad en el puesto de trabajo en el ámbito de lasalud laboral, protección al desempleo y la integración de la vida personal para acceder al ocio o la formación.

Significa en definitiva para la Fundación "respetar todos los derechos humanos que la comunidad internacional reconoce" y esto pasa también en el ámbito laboral por poder expresar opiniones, organizarse con libertad sindical o participar en las decisiones de los centros de trabajo.

Representantes de la Fundación Paz y Solidaridad. Iban Aguinaga

Sin embargo, han precisado, en el mundo hay 68 millones de jóvenes buscando trabajo, 123 millones que trabajan pero viven en la pobreza y una quinta parte de la juventud ni trabaja ni recibe formación, de ahí que la Fundación decidiera llevar a cabo una campaña sobre juventud y migración, sobre el trabajo decente con enfoque migratorio.

Tras su diseño, en el que participaron junto a los especialistas jóvenes migrantes,  ahora se están realizando entrevistas y en paralelo una exposición sobre el trabajo decente, que ya ha estado en diez localidades navarras, igual que un escape room itinerante relacionado con la misma temática, y además la campaña tendrá presencia en redes sociales y medios de comunicación.

Al respecto los portavoces de la Fundación han indicado que la juventud migrante desconoce las condiciones para que un trabajo sea decente y eso hace que no se reclamen los derechos, pero además asume que para tener trabajo hay que aceptar condiciones precarias, una situación que se agrava por el fracaso escolar, que incrementa las tasas de pobreza, a lo han sumado la falta en ocasiones de redes de apoyo familiares, lo que también contribuye a esos empleos precarios.

Asimismo han subrayado que se registra "una dilación de los procesos administrativos" que "trunca las aspiraciones" de los jóvenes migrantes cuando " ellos también tienen derecho a la igualdad de oportunidades y a una vida digna".

"La juventud no debería ser una etapa ligada la precariedad" , han afirmado, y por eso han instado al Parlamento medidas para evitarlo, entre las principales favorecer el acceso a la educación no solo obligatoria sino también a la FP y la Universidad.

Por Navarra Suma, Jorge Esparza ha apostado por una sociedad civil fuerte para complementar lo público y señalado la enorme brecha que hay en los salarios del conjunto de la juventud, del 50%, y en el riesgo de pobreza entre los migrantes, del 59% frene al 16% de la juventud autóctona.

Nuria Medina, del PSN, ha valorado la labor de sensibilización de la Fundación, que "da pistas para las políticas públicas" y que pretende, junto con objetivos concretos, hacer de los jóvenes unos "agentes de cambio", al tiempo que ha destacado la mirada de género que tiene su actividad.

Isabel Aranburu, de Geroa Bai, ha señalado que el trabajo debe tener un papel de "inclusión" en la vida de las personas pero "alejado de la precariedad a la que casi nos estamos acostumbrado" y que "puede poner en riesgo la justicia social", de ahí que haya considerado "muy oportuna la campaña".

Patricia Perales, de EH Bildu, ha apostado por la transformación social y económica para avanzar en derechos, criticado la ley de extranjería, apoyado el sentido crítico entre la juventud y reconocido el trabajo de la Fundación cuando este tipo de reflexiones no son atractivas para la juventud.