Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, CEAR organizó ayer por la tarde un encuentro en el paseo Sarasate con el objetivo de protestar por la política europea de fronteras y dar la visibilidad que merecen las historias sobre los refugiados que aparecen un día tras otro en las primeras planas. Decenas de personas pudieron observar diferentes noticias que aludían a los conflictos internacionales que generan estas migraciones. Y en dichos recortes de prensa, los organizadores del evento realizaban comentarios críticos y con criterio a lo aceptado por el imaginario popular.

Tal y como contó Idoia Oneca, coordinadora de CEAR en Navarra, uno de los objetivos del encuentro fue concienciar a la gente de que los refugiados no solo se encuentran con impedimentos al entrar al país, sino que “cuando llegan aquí siguen encontrando vallas. A la hora de empadronarse y de conseguir trabajo”, entre otros. A su vez, declaró que los discursos políticos están tomando un rumbo peligroso y que “incitan a la discriminación”. Es por este motivo por lo que, mediante recortes de periódicos, quisieron reivindicar el papel de la prensa al tratar noticias sobre refugiados. “Hablan de números, pero son personas individuales”. Es decir, seres humanos de carne y hueso que tienen una historia detrás.

En el acto también intervino Aitziber Urtasun, artista y colaboradora en CEAR, quien se dirigió a los asistentes para explicar el proyecto Relatos velados. Explicó que dichos escritos “nos sirven para reflexionar sobre el tratamiento de las noticias de los refugiados en los medios”. En este proyecto se combinaban ejemplares de periódicos con ilustraciones y correcciones sobre el papel.

Una vez terminaron las intervenciones para explicar el proyecto, animaron a la gente a participar. De esta forma, entregaron papeles y bolígrafos a los asistentes para que pudieran redactar aquellos titulares que según ellos deberían aparecer en los medios hablando de los refugiados. Entre ellos, destacaron: “2023: cero muertes en el Mediterráneo” o “Se crean tres corredores seguros para llegar a Europa”.

Tras este acto tuvo lugar una manifestación en la plaza Merindades a la que asistieron decenas de personas, y en la que se guardó un minuto de silencio por las víctimas del reciente naufragio en el Mediterráneo, que podría saldarse con hasta 600 muertes. Un drama que las diversas entidades organizadoras del acto achacan a las políticas migratorias.

Marland Dorland

“CEAR es el milagro que necesitaba”

CEAR proporciona ayuda a personas de todo el mundo. Refugiados que se han visto obligados a huir de sus países por distintos motivos y se han encontrado en Pamplona. Uno de ellos es Marland Dorland, un joven jamaicano que llegó a Navarra hace pocos meses huyendo de la homofobia de su país. Jamaica es uno de los nueve países del Caribe en los que están perseguidas con penas de hasta 10 años de prisión las relaciones homosexuales entre dos hombres. Dorland critica que “es un país en desarrollo, pero no se puede estar siempre así, se está haciendo tarde”.

Cuando llegó a Pamplona buscó organizaciones a las que pudiera recurrir y se encontró con CEAR. Después de estar con ellos, afirma contento y aliviado que “son el milagro que necesitaba”. Explica que le ayudaron a encontrar una casa y le proporcionaron ayuda financiera y sanitaria. “Son muy buenas personas, su deseo es ayudarte”, afirma Dorland. Destaca la atención personalizada que recibe: “Con ellos me siento seguro, me ayudan a empezar una nueva vida. Te escuchan y buscan entender tu situación. Con eso, hacen lo posible por que consigas tus objetivos”, continuó en su alegato.

Al llegar a España se encontró con dos cambios radicales en comparación con su país. El primero, es la aceptación de la sexualidad y la libertad en la que se vive en la sociedad española. “Ha sido un choque cultural muy grande. El Estado aquí está para proteger”, explicó. Entre los cambios adversos destacó la ausencia de concienciación de la sociedad española con los que sufren. “Aquí se vive casi perfecto y la gente se olvida de que en el resto del mundo hay problemas y gente necesitada”. Pese a esa visión pesimista, Dorland recordó que huir de su país y encontrarse con CEAR ha sido el mejor cambio en su vida.