Este jueves por la noche se ha desprendido una rama de la sequoia del jardín del Palacio de Navarra y ha arrastrado a otras en su caída al suelo.
Tras un primer análisis del Servicio Forestal y Cinegético del Gobierno de Navarra, "aparentemente no está enfermo el árbol", declarado monumento natural, ha explicado el Ejecutivo foral en su perfil de Twitter.
No obstante, desde Medio Ambiente se ha solicitado un estudio pormenorizado del estado de la sequoia del Palacio de Navarra por parte de personal especializado en este tipo de arbolado.
Según expone el Gobierno de Navarra, Joaquín Arazuri, en 'Pamplona antaño', da como segura la plantación de este árbol en el invierno de 1855 a 1856. Este ejemplar habría sido traído de América por José María Gastón y de Echevertz para plantarlo en el jardín de su casa de Irurita. Cuando fue elegido diputado foral, lo hizo transplantar al patio del Palacio de Diputación.
El mismo Arazuri indica que la noche del 9 al 10 de septiembre de 1933, esta sequoya fue dañada por un rayo que "le destrozó la copa", por lo que se colocó un grueso aro de hierro, forzando así que una de las ramas tomara el relevo en la formación de una nueva copa. Esta doble copa es uno de sus rasgos singulares.
En los últimos años se han realizado diversos trabajos de inspección, limpieza de ramas muertas, cableado, etc., necesarios para su mantenimiento. La última actuación ha sido la colocación de un pararrayos, ya que, por su altura, esta sequoya actúa de pararrayos natural. El árbol fue declarado Monumento Natural en 1991.