La asociación Río Aragón, contraria a las obras que supondrían el recrecimiento del embalse de Yesa, afirma en una nota de prensa que dichas obras se encuentran ahora mismo en una paralización total a fecha de hoy, con sólo dos personas presentes en los trabajos, una de Administración y otra encargada de la seguridad de la obra, que son los trabajadores que permanecen "para evitar la cancelación de contrato por abandono de la obra".

Río Aragón recuerda que "hoy hace 23 años del paro general del Pirineo aragonés pidiendo dignidad para la montaña y una nueva política hidráulica. Las demandas eran claras, exigiendo la paralización de las grandes obras planificadas en su territorio, entre ellas el recrecimiento de Yesa, dignidad y respeto para el conjunto del espacio montañés y la revisión de lo planificado para ajustarlo a la entonces incipiente Nueva Cultura del Agua y la directiva Marco Europea, recién aprobada. Resulta evidente que, desde aquella fecha, se han producido evidentes avances, que han dejado en la cuneta de la historia proyectos como Jánovas, Santaliestra o Biscarrués. La excepción ha sido el recrecimiento de Yesa que, por el papel que había de jugar en políticas trasvasistas y su carácter de megaobra generadora de sustanciosos beneficios para constructoras y consultoras, se le impidió para entrar en el camino de la racionalidad".

Por ello, entiende Río Aragón que en el caso de Yesa, "donde la racionalidad humana no entra, aparece la dinámica de la naturaleza que termina imponiendo su ley. Después de 22 años de haberse puesto la primera piedra, después de multiplicar su presupuesto por cuatro, hasta llevar 400 millones de euros gastados, después de llevar destrucción premeditada a pueblos como Artieda, Sigüés o Mianos, podemos confirmar esa paralización de obras".

Este dato no hace sino confirmar la respuesta recientemente recibida de la Confederación Hidrográfica del Ebro, donde se reconocen las dificultades para aprobar un cuarto modificado de la obra que, "estamos convencidos, será incapaz de dar una solución segura para resolver los problemas que con carácter estructural arrastran las obras de recrecimiento".

Ante este estado de cosas, desde las Asociación Río Aragón y Yesa +No, "exigimos que se reconozca la inviabilidad, desde el punto de vista de la seguridad, del recrecimiento de Yesa. También, su inconsistencia desde el punto de vista de la racionalidad. Por ello, debe procederse a la rescisión definitiva del contrato con la UTE Yesa y procederse a la revisión total del proyecto, para finalizar consolidando la presa actual, reduciendo su cota a niveles de seguridad y restituyendo el mal ocasionado por tan nefasta actuación". Por último, reclaman con urgencia, se intervenga en el entorno del pueblo de Sigüés, "para corregir el lamentable estado en que lo han dejado".