La comarca de Auñamendi, en el Pirineo navarro, confía en una buena temporada de Semana Santa para la que tienen registrada una ocupación prácticamente total, según Joseba Martínez, presidente de la Asociación de Turismo Rural Irati-Orreaga.

Preparada para acoger el turismo de las inminentes vacaciones, la asociación comprende cerca de medio centenar de empresas de los valles de Aezkoa, Erro y Arce y a las localidades de Oroz-Betelu, Auritz-Burguete, Luzaide/ Valcarlos y Orreaga/Roncesvalles, con oferta de diferentes establecimientos, camping, casas rurales y hoteles.

El cambio en las previsiones meteorológicas de los últimos días y el descenso de las temperaturas, comenta Martínez, podría producir algunas cancelaciones. “La primavera es inestable y en el Pirineo siempre salimos un tanto perjudicados con las previsiones, que unas veces se cumplen y otras no. Pero también puede ocurrir lo contrario, que haya pocas reservas y se llene en el último momento porque ahora funcionamos mucho con las aplicaciones”.

En esta época del año , apunta, la zona recibe principalmente turismo de proximidad y familiar, unido a la naturaleza, senderismo y al deporte, procedente de la CAV y de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona. Como novedad, el administrador del camping Urrobi (Aurizberri-Espinal) apunta su oferta puntera de cicloturismo. “Es un producto que puede funcionar muy bien, cada vez hay más gente que lo practica y también hay que tener en cuenta que estamos en pleno Camino de Santiago. Es una modalidad que tiene mucho tirón entre los peregrinos, cuya presencia empezará a subir después de Semana Santa, que es cuando se activa todo”, declara.

Paisaje renovado

Como portavoz de la asociación, declara que “el hayedo es el gran desconocido en la primavera, cuando ofrece un paisaje renovado con la flor y la nueva hoja. La primavera es muy bonita en la Selva de Irati, y menos frecuentada, aunque la masificación solo se produce en días puntuales. Irati es turismo, patrimonio y orgullo, pero tenemos bellos espacios menos conocidos: Quinto Real, Sorogain o la Sierra de Labia, con unas magníficas vistas”.

Casi un año al frente de Irati-Orreaga y antes miembro de junta, Martínez considera que el colectivo crece como tal y cada vez se implica más en el territorio. “Esa es la idea, ir aglutinando las diferentes aportaciones que repercuten en la actividad económica, y trabajar paralelamente con las instituciones para mejorar la oferta y los servicios”, concluye.