Navarra cerró septiembre con 2.000 pacientes menos a la espera de una primera consulta con el especialista, un descenso que se produce tras la escalada del verano, que casi sumó 10.000 pacientes más en tan solo dos meses. En agosto se alcanzó el preocupante récord de 70.840 personas aguardando una primera cita con el especialista y en septiembre eran 68.806, 2.034 menos en un mes.

Según ha detallado este miércoles el consejero de Salud, Fernando Domínguez, este descenso se debe a que "se ha recuperado la tendencia positiva previa a las vacaciones de verano". "Seguimos implementando todas las medidas que están en nuestra mano y cuando las condiciones sean óptimas, pienso que vamos a seguir bajando los 1.000 pacientes al mes que dije", ha defendido el consejero.

Históricamente el verano es una época en la que crecen las listas de espera al descender la actividad por las vacaciones de la plantilla. En los últimos dos años han sido unas 10.000 las personas que se han sumado entre junio y septiembre, pero también diciembre y enero, con el puente foral y la Navidad, son dos meses en los que el número de pacientes en lista de espera suele repuntar.

Al respecto, Domínguez ha avanzado que Salud está preparando un Plan de Contingencia para esta época: "No nos sirve de nada si bajamos las listas en los meses ordinarios pero lo perdemos cuando hay vacaciones".

Respecto a los tiempos de espera, también se han reducido en septiembre, siendo la demora media actual de 85 días para ser visto por un especialista, tres menos que en agosto (88).

Las quirúrgicas, en cifras de récord

No obstante, las listas de espera quirúrgicas no han experimentado este cambio de tendencia a la baja tras el verano, más bien al revés, y en septiembre se ha registrado un nuevo récord negro con 10.198 pacientes a la espera de una operación, 600 más que los que había en agosto (9.515).

Según Domínguez, este incremento "es algo habitual", ya que "al amentar la actividad en consultas entran más pacientes en la lista quirúrgica, son vasos comunicantes". "Lo importante es que son pacientes que están vistos y que han sido priorizados por un médico", ha explicado.

Pese al aumento del último mes, ese aumento de la actividad ha hecho posible que la demora media baje: en agosto la espera media para ser intervenido era de 102 días (tres meses y medio) y en septiembre ha sido de 98, cuatro días menos.