La Semana Santa ha marcado tradicionalmente el arranque de la temporada turística en el Pirineo, y aunque este año no ha sido la excepción, los datos muestran una ocupación más baja de lo habitual. Según varios responsables del sector, este año está costando más completar las reservas, especialmente en los días previos a las vacaciones cuando normalmente se rozaba el lleno. Tampoco ayudan las previsiones meteorológicas, que han ocasionado un sinfín de anulaciones de última hora.

Según datos publicados por Escapada Rural, Navarra es una de las cinco comunidades autónomas con mayor nivel de ocupación para las noches de Semana Santa, con un 73 % de ocupación. Un dato que contrasta con la alta demanda que han percibido desde el sector turístico del Pirineo en los últimos años.

MAL TIEMPO Y ANULACIONES

Entre las posibles causas, el sector turístico del Pirineo lo achaca a la proximidad respecto al Puente de Mayo, lo que habría dividido a los visitantes entre ambos periodos vacacionales. Por otro lado, el factor climatológico también está jugando su papel. Las previsiones meteorológicas inciertas han provocado cancelaciones de última hora, algo muy comentado en los grupos de profesionales del sector.

De hecho, desde la Asociación Irati-Orreaga, que cuenta con un total de 51 empresas asociadas (7 bares-restaurantes, 30 alojamientos y 14 comercios, productores y otros servicios) de los valles de Erro, Aezkoa, Arce, y las localidades de Auritz-Burguete y Luzaide-Valcarlos, también apuntan que el hecho de haber tenido dos puentes consecutivos ha modificado el comportamiento del visitante a la hora de reservar. “Si Semana Santa cae en el mes de marzo, todo queda un poco más repartido entre marzo y mayo, y así las reservas se gestionan de manera diferente”, explica el presidente de la Asociación Joseba Martínez.

En cuanto al tiempo, corrobora el condicionante de las previsiones meteorológicas. “Aunque la primavera esté en plena floración y ahora mismo está el paisaje muy bonito, aquí el clima es un factor muy importante y esta vez las previsiones no nos acompañan”, asevera, reconociendo que al menos de cara al puente de mayo las reservas se prevén bastante buenas.

PRODUCTO LOCAL, EN ALZA

Por su parte, en el valle de Salazar se encuentra la Asociación Iratialdea, que aúna a 75 empresas (15 bares-restaurantes, 21 comercios, productores y otros servicios y 39 alojamientos) del valle de Zaraitzu / Salazar. Valiéndose de un indicador clave como lo son las reservas en los alojamientos rurales, aseguran que está costando completar las plazas. “Está la cosa un poco floja. Hace unos años, sobre todo en los días previos, estaba prácticamente completo al 100 %”, explica Mauri Sancet, presidente de Iratialdea.

Y es que más allá de que los pronósticos no acompañan y de la proximidad entre los puentes e intentando busca alguna explicación, el presidente también trae a colación un cambio de tendencia en el visitante. “Hace 10 años llenábamos 15 días, y ahora estamos llenando 4. Ahora la gente quiere cubrir más territorio y no busca unas vacaciones tan estáticas, sino que buscan dormir dos noches aquí, dos noches allí…”, expresa Mauri. En este sentido, apela al reto común de conseguir atraer turistas y vender convenientemente el territorio pirenaico para conseguir que las estancias sean más largas, ya que “tenemos un destino maravilloso” –afirma–. Para ello, un factor clave es internet. “A veces vemos cierta desinformación de la gente que viene por no consultar las fuentes adecuadas. Por ejemplo, tanto los puertos de Tapla como Larrau aparecen en Google como ruta cortada y ya hemos hecho reclamaciones para que den una información veraz”, apostilla.

Sea como fuere, y aunque la inestabilidad del tiempo puede afectar, desde las asociaciones del territorio miran con optimismo al puente de mayo y espera seguir recibiendo visitas. Eso sí, insisten para quienes se acerquen al Pirineo en la necesidad de reservar en los restaurantes y también de fomentar más el consumo local en tiendas y restaurantes. En este sentido, apuntan al éxito de los mercados de artesanía y alimentación como los que habrá esta Semana Santa como reflejo del interés al alza por consumir productos locales y de proximidad.