Navarra es una tierra de contrastes. En sus 163 kilómetros de longitud –desde la frontera con Francia hasta Aragón– alberga paisajes húmedos y verdes, y parajes áridos y casi lunares en el sur. Esta mezcolanza de coyunturas entre la zona norte y la Ribera –sumadas a la accesibilidad para llegar a cada uno de estos escenarios– convierten a la Comunidad Foral en el lugar perfecto para que los visitantes deseen pasar unas vacaciones de Semana Santa en contacto con la naturaleza y con su amplia oferta rural y gastronómica.
Pero la climatología navarra no siempre acompaña y, en ocasiones, no supone una buena aliada para afianzar ese turismo rural. De hecho, las previsiones meteorológicas para la Semana Santa anuncian nubes, precipitaciones y descensos en las temperaturas, por lo que la ocupación en turismo rural no ha conseguido mantener los números de 2024. En concreto, las casas rurales se encuentran al 71,4%, los campings entre el 75 y el 80% y, en cuanto a los alojamientos por habitaciones, el 66,7% cuentan con el total de los cuartos alquilados.
Juan Carlos Oroz, vipresidente de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh) relacionó estos datos con que la gran mayoría de las personas que visitan las zonas rurales de Navarra durante estas fechas pretenden “estar en contacto con la naturaleza, salir a la calle y hacer actividades al aire libre con el objetivo de realizar una estancia más completa. Sin embargo, si el tiempo no acompaña, se dificultan este tipo de planes”. En ese sentido, Oroz destacó la diferencia en los alojamientos de alquiler íntegro en comparación con el año anterior: un 71,4% frente al 85% de ocupación.
De igual manera, en relación con los cámpings –bungalows y parcelas– también se han producido divergencias con respecto a lo que se vio durante la última semana de marzo de 2024. Frente a una ocupación del 90 y el 40%, respectivamente, este año se encuentran un 75 y un 80%, en el caso de los bungalows, y un 60%, en parcelas.
A pesar de que se pueda relacionar este descenso en la ocupación con las condiciones meteorológicas, el vicepresidente de Anapeh consideró que estos números deben suponer un toque de atención para el sector. “No se puede hacer un balance positivo si se compara con el año pasado. Está claro que no nos podemos dormir en los laureles porque hay otras comunidades autónomas que destacan por sus paisajes, su oferta turística y su gastronomía, y que pueden convertirse en el destino ideal para muchos de nuestros visitantes. Por eso, tenemos que trabajar para que Navarra sea un referente en turismo rural. Porque, además, es una manera de potenciar y dar visibilidad a la riqueza de nuestros pueblos”.
Preferencia por la zona norte
Oroz confirmó que los turistas prefieren disfrutar de unos días en la zona alta de la Comunidad Foral –Baztan, Ultzama, Belagua, Roncal, etc.–, en donde pueden conocer los paisajes más verdosos y disfrutar de la gastronomía típica de los valles. “De hecho, muchos de los caseros suelen ofrecer actividades ajenas a las reservas –como ciclismo de montaña, senderismo o recomendaciones de bares y restaurantes– para que la experiencia sea más completa, y sugieren otros lugares de la comunidad que puedan visitar. Como todo en Navarra está a tiro de piedra...”, mencionó.
Con todo, aunque sea menor el número de visitantes que opten por alojarse en la Ribera, también suele haber muchos turistas nacionales interesados “porque les despiertan mucha curiosidad las Bardenas. Y, luego, ya aprovechan, suben a Pamplona, se van de pintxos... Siempre reservan un día para visitar la capital navarra o para ir a las Bardenas o a la zona media”.
Turismo nacional y familiar
De los datos extraídos por Anapeh, el 55% de las reservas realizadas para alojamientos completos y habitaciones proceden de parejas que están buscando la tranquilidad de un turismo interior. Por otro lado, un 27% son familias –usualmente, con hijos pequeños– que desean disfrutar de unos días de descanso en la naturaleza y de realizar actividades que en su lugar de origen no podrían desarrollar. “El resto son cuadrillas de amigos o amigas que aprovechan los días de Semana Santa para hacer un plan más especial”, indicó.
En cuanto a la procedencia, mayoritariamente son de Cataluña, pero les siguen, en ese orden, la CAV, Madrid y Valencia.
Buenas previsiones en hostelería
La gastronomía navarra supone una de las grandes bazas a la hora de escoger destino para pasar las vacaciones. Desde las asociaciones de hostelería se confía en que haya afluencia en los bares y restaurantes de la Comunidad Foral. Ana Beriain, presidenta de AEHN, indicó que no se podía hacer una estimación real sobre cómo iban a funcionar los establecimientos durante la Semana Santa, ya que depende de la climatología.
No obstante, Oroz confió en que, al menos, en el caso de los restaurantes, se noten las vacaciones y el aumento del número de turistas. “Sobre todo, habrá mucha diferencia el jueves, viernes y el domingo. El sábado es más difícil porque los navarros suelen ir a comer, y será muy difícil superar las cifras que dejan los locales, pero tengo la esperanza de que, en ese sentido, serán unos días muy buenos”.
Asimismo, aseguró que una de las atracciones principales de los visitantes tiene que ver con ir de pintxos, de manera que, aunque eso no sea cuantificable ya que no hay reservas, “desde luego que a posteriori comprobaremos que el turismo rural y la gastronomía local constituyen un tándem perfecto”.