La edad media de los médicos navarros es de 47,63 años y el 38,6% son mayores de 55

El relevo generacional será uno de los grandes retos del sistema sanitario navarro en los próximos años, puesto que la edad media del personal facultativo es cada vez más alta, situándose ya en los 47,63 años. El 38,6% de los médicos de la Comunidad Foral tienen más de 55 años, según los datos del Estudio de Demografía Médica de 2025 realizado por la Organización Médica Colegial (OMC).

Por tramos de edad, destaca que el 38,6% de los médicos en activo en Navarra tiene más de 55 años, cuando la media nacional es del 36,1%. En concreto, el 16,6% es mayor de 65 años; el 22,2% tiene entre 55 y 65; el 16,7%, entre 45 y 54; el 19,2%, entre 35 y 44 y el 25,3% es menor de 35 años. Así, la edad media de los médicos en activo en la Comunidad Foral se sitúa en 47,63 años. Pese a ser elevada, está por debajo de la media nacional (47,49) y es la séptima Comunidad Autónoma más baja. 

A nivel nacional, las especialidades más envejecidas son Estomatología (66,43 años de media), Hidrología Médica (61,40), Medicina del Deporte (59,08), Medicina del Trabajo (58,59) y Medicina Legal y Forense (58,58). En el lado opuesto, las más jóvenes son Psiquiatría del Niño y del Adolescente (40,40 años de media), Oncología (42,94) y Neurocirugía (44,02).

En total, Navarra cuenta con 4.352 facultativos y es la segunda Comunidad con más médicos activos por población (642 por cada 100.000 habitantes), por encima de la media nacional (568) y tan solo por detrás de Madrid. Navarra es también la segunda Comunidad con mayor número de especialistas por 1.000 habitantes (2,65), tan solo superada por Asturias y notablemente por encima de la media nacional (2,15).

Navarra, la 3ª CCAA más feminizada

En cuanto al género, el 62,8% de los 4.352 médicos son mujeres y el 37,2%, hombres. Navarra es la tercera Comunidad más feminizada tan solo por detrás de la CAV (64,1%) y Madrid (63,3%), mientras que la media nacional es de 59,3%. En el conjunto del Estado, la feminización es más evidente en algunas especialidades como Análisis Clínicos y Bioquímica (83%), Pediatría (76%), Obstetricia y Ginecología (74%) y Alergología (72%).

Homenaje a 123 jubilados este año

El Hospital Universitario de Navarra / Nafarroako Ospitale Unibertsitarioa (HUN/NOU) rindió este jueves homenaje a 123 profesionales que han finalizado este año su servicio activo en el centro por jubilación. El consejero de Salud, Fernando Domínguez, y el gerente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, Jon Guajardo, acompañaron en este acto de reconocimiento a la directora gerente del HUN, Estrella Petrina, y a representantes de la dirección del centro hospitalario. 

Entre los 123 trabajadores y trabajadoras del HUN que se acogen a la jubilación este año hay representantes de diversos perfiles profesionales, tanto sanitarios como no sanitarios. En concreto, se trata de 43 profesionales de enfermería, 31 técnicos y técnicas en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), 25 profesionales de medicina, cinco matronas, tres celadores, siete profesionales de administración, tres de servicios generales, dos telefonistas, dos trabajadoras sociales, una técnica en educación sanitaria y una técnica especialista de laboratorio. 

Los y las profesionales asistentes al acto recibieron como obsequio un plato con motivos ornamentales elaborado y decorado artesanalmente por personas usuarias de los Centros El Molino. El acto contó también con la actuación del coro del HUN Salus Abeslariak.

En su intervención, el consejero de Salud, Fernando Domínguez, valoró la labor desarrollada por todos los y las profesionales a lo largo de sus años de servicio, al tiempo que quiso recordar la relación personal con muchos de ellos. “Vuestra dedicación por sí misma ya se merece un homenaje y el agradecimiento de todo el Departamento de Salud, y el mío propio como amigo y compañero y ahora como consejero de Salud. Por eso, estoy aquí con vosotros, representando a todo el Departamento, pero también porque quiero haceros llegar mi reconocimiento personal. Con muchos hemos compartido momentos difíciles y hemos trabajado codo con codo, lo que nos ha permitido forjar una profunda amistad”.

El consejero de Salud ha declarado que “siempre es un placer” participar en “un acto tan emotivo y bonito” y se ha refirió a la “sensación de melancolía, de añoranza y, por qué no, de tristeza” que puede producir el momento de la jubilación. El consejero Domínguez se despidió agradeciendo a los y las profesionales su trabajo y deseándoles que disfruten “de la vida y de los buenos momentos” que les brinde a partir de ahora. 

Por su parte, la directora gerente del HUN, Estrella Petrina, habló “en nombre de todas las direcciones del Hospital Universitario de Navarra” y animó a las personas que se jubilan a disfrutar de “esta nueva etapa”. “Sed tan profesionales de ella como lo habéis sido de la laboral”, remarcó. “Nos reunimos por una razón muy especial: parar. Parar en una casa que casi nunca se detiene. Parar para mirar atrás, para miraros a vosotros y para decir, sin prisas y con intención: gracias”. 

“Tengo el privilegio de haber venido a trabajar contenta hasta el último día”

Ana Cristina Guerra Lacunza, vecina de Mutilva de 66 años, es una de las 123 profesionales del Hospital Universitario de Navarra (HUN) que se jubilan este año. Lo hace feliz, después de 38 años trabajando con vocación por la sanidad pública navarra, concretamente en el Servicio de Digestivo del HUN. 

“Tengo el privilegio de haber venido a trabajar contenta hasta el último día. Entiendo que eso no es lo habitual y comprendo que la gente que esté quemada en su trabajo se quiera jubilar, pero en mi caso he estado feliz hasta el final”, explica mientras sujeta el obsequio con una amplia sonrisa y un intenso brillo en sus ojos azules. 

“He estado el último mes llorando y he sufrido mucho con terminar mi profesión. Le he robado tiempo a mi familia, pero entiendo que ellos también lo han valorado. Ahora me doy cuenta de que la vida es algo más que el trabajo y que me toca empezar otra etapa en la que me tengo que dedicar más a mí misma y a la familia”.

Este cambio de vida llega después de 38 años de trayectoria profesional. Comenzó en 1987 realizando la residencia en el antiguo Hospital de Navarra. Al terminarla, trabajó durante unos meses en el Hospital Reina Sofía de Tudela, y, finalmente, recaló en el Servicio de Digestivo del ahora Hospital Universitario de Navarra (HUN), donde se especializó en tumores gastrointestinales, impulsando, junto a su equipo, el programa de detección precoz del cáncer de colon en Navarra. “Estoy muy orgullosa de todo lo que he hecho”, remarca.

Sobre la situación de la medicina en la actualidad, confiesa que va un poco a peor. “Creo que hay que darle una vuelta a todo para que mejore. He vivido unos tiempos muy buenos, con menos recursos pero con mucha ilusión. Y ahora se han perdido esas ganas y la gente está muy quemada. En Digestivo no es tanto por la falta de personal, sino por el conjunto del trabajo. Y eso que en Navarra estamos mejor que en otros sitios sin ninguna duda. Pero siempre hay que mejorar y recuperar esa pasión por el trabajo que tenemos porque para mí es la mejor profesión que existe”.

“Creo que sí que hay relevo generacional. Por eso es importante educar a los residentes con la misma ilusión que nosotros hemos tenido, aunque entiendo que son otros tiempos y que es diferente. Tenemos que intentar inculcarles esa ilusión para que sigan con nuestra trayectoria”.

“Nuestra generación se ha adaptado a una revolución técnica y tecnológica”

Ángel Manuel Arrondo Nicolás fue homenajeado junto a otros 122 profesionales del Hospital Universitario de Navarra (HUN) que se jubilan este año. El vecino de Zizur deja el trabajo a los 63 años y medio y después de 33 años en el Servicio de Oftalmología del HUN. Una etapa en la que se ha tenido que adaptar a importantes cambios técnicos y tecnológicos y que termina “satisfecho y tranquilo, sabiendo que hay buen relevo generacional”.

“Durante mi trayectoria he vivido cambios importantísimos en la Oftalmología. Desde unas técnicas que antes se consideraban rudimentarias a técnicas altamente especializadas. Ha habido una gran evolución en el uso de la tecnología, el desarrollo de los aparatos, de los escáneres y de todo. Ha sido una completa revolución a la que nuestra generación se ha tenido que adaptar”, explica.

“Es una especialidad que está muy viva y muy activa, un campo muy amplio y en el que la velocidad de los cambios cada vez es mayor. Por suerte, se siguen incorporando oftalmólogos jóvenes para hacer la residencia y creo que sí que tenemos buen relevo generacional”.

Ángel Manuel Arrondo Nicolás nació en Vitoria, pero se considera navarro después de haber vivido desde los 13 años en la Comunidad Foral. Ahora, reside en Zizur y, a sus 63 años y medio, afronta su última semana de trabajo.

 “Me quedan unos días y me jubilaré a finales de este año 2025. Llevo trabajando en el Complejo Hospitalario de Navarra desde 1992, haciéndolo lo mejor que he podido. Al final han sido unos cuantos años”, dice riendo.

“Ahora, me toca frenar un poco la actividad y luego ver venir a ver cómo se dan las cosas. Ha habido facetas de mi vida que no he podido desarrollar por la dedicación a la medicina y ahora espero poder disfrutar de ellas”, asegura. 

“La jubilación es una sensación agridulce. Por una parte ya ves que es el momento de dar el relevo a los demás y que toca apartarse un poco. Por otro lado, lo tomas con alegría porque ya vas a tener el tiempo libre para dedicarlo a otras cosas que también quieras hacer. Es una mezcla de sensaciones, pero es un día muy emotivo y alegre y lo estoy disfrutando mucho”, concluye.