Por el aeropuerto de Noáin-Pamplona hay pasajeros que de vez en cuando tratan de colar todo tipo de sustancias. No obstante, no cuentan que a veces, el olfato infalible de algunos perros policía, como Viko, termina por destapar a cualquier pasajero que quiera pasarse de la raya. Así, la Guardia Civil de Navarra se ha incautado de distintos productos prohibidos en varias inspecciones que ha realizado recientemente en el aeropuerto de Pamplona. El material intervenido iba a ser introducido en la Unión Europea sin pasar los pertinentes controles.

Pescado en mal estado.

En el aeropuerto, los agentes del Destacamento Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil llevan a cabo de manera continua inspecciones en las que se presta especial atención a vuelos con origen en países ajenos a la Unión Europea, ya que los equipajes y las personas que viajan en estos vuelos no han pasado en la mayoría de casos los pertinentes controles a efectos de declaración aduanera en el país de origen.

Medicamentos introducidos | .

En el transcurso de uno de estos controles de equipajes, al visionar las imágenes emitidas por el escáner de bodega de rayos X, los agentes seguridad privada del aeropuerto observaron un objeto sospechoso en el interior de una maleta. Agentes de la Guardia Civil corroboraron las imágenes por lo que se procedió a la localización de la pasajera propietaria de la maleta y al comprobar su contenido se encontraron en el interior 300 cartuchos no metálicos de caza (12 cajas con 25 cartuchos de munición).

La pasajera, cuyo destino era la República Dominicana, ha sido propuesta para sanción y la munición, decomisada y depositada en la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona.

Sustancias estupefacientes en sus partes íntimas

Por otro lado, los agentes, junto al servicio Cinológico de la Guardia Civil, con el perro de nombre Viko y de raza pastor belga, detectaron droga en los genitales de una mujer que se disponía a viajar a Tenerife. Una vez el perro rastreó a la pasajera, esta accedió de forma voluntaria a extraer las sustancias estupefacientes en presencia de una agente.

La mujer presuntamente intentaba introducir estupefacientes en el vuelo, pero el perro, que presta habitualmente servicios en el aeropuerto, percibió la cocaína y el hachís que ocultaba. A esta viajera le fueron incautados 8,5 gramos de cocaína y 10 gramos de marihuana y se le ha propuesto para sanción administrativa.

En otro de estos vuelos, mientras los agentes realizaban una verificación para el reconocimiento selectivo de equipajes, se localizaron en las maletas de una pasajera facturadas en Quito (Ecuador) casi dos kilos de pescado en mal estado y diferentes productos de origen vegetal, 3,9 kilogramos de grosellas, 6,8 kilos de frutas tropicales, y 5,6 kilos de tubérculos, todos ellos géneros que cuentan con la prohibición de ser introducidos fuera de los canales legales de importación y por lo tanto, se incurre en una infracción de contrabando. Los efectos incautados han sido puestos a disposición de la autoridad competente.