Por un lado está la empresa que ha creado el teléfono físico (en este caso, Samsung), lo que podemos tocar. Por otro, la empresa que ha creado el sistema operativo (en este caso es Android, por lo tanto la empresa es Google). Por un tercero, las apps que usa el teléfono para funcionar (en este caso Google es dueña de Google Play y Samsung también tiene su propia tienda de aplicaciones). Por último, está la compañía telefónica con la que llamamos por teléfono y navegamos por Internet, que almacena todo lo que hacemos en internet, las llamadas, los mensajes y la ubicación del teléfono en todo momento.

Hoy vamos a ver los datos que almacena el teléfono físico, el dispositivo, que en este caso es, como queda dicho, un Samsung. Esta casa establece en sus términos de uso y política de privacidad que va a recopilar diferentes tipos de datos. Por un lado guarda la información que damos al crear una cuenta Samsung: información del perfil de la cuenta (nombre, apellidos, correo, numero de teléfono?.), información de facturación y los contactos que tenemos.

Por otro, van a recopilar la información del uso que hacemos de los servicios, hayamos creado o no una cuenta Samsung. Esto lo hacen tomando información sobre nuestro dispositivo (número Imei, número de teléfono, número de serie, sistema operativo, dirección MAC, dirección IP), las horas y la duración del uso del servicio, las búsquedas realizadas, la información almacenada en las cookies (hábitos de uso de internet), e información del GPS y de redes Wifi cercanas detectadas, para determinar dónde estamos en cada momento.

También guardan grabaciones de nuestra voz si usamos comandos de voz, o al contactar con el servicio de soporte. Recaban información del teclado Samsung que viene incorporado en el teléfono, con el que escribimos; concretamente, lo que escribimos cuando activamos el texto predictivo. En la política de privacidad nos dicen que podemos borrar esos datos yendo a los ajustes del texto predictivo, aunque yo no he sido capaz de encontrar esa opción.

Por último, Samsung también guarda qué aplicaciones usamos, y si las que usamos son de la tienda de Samsung recopilan los datos que generamos al usarlas: si es un navegador de internet, a qué páginas vamos, etc.

Personalización

Samsung nos ofrece la posibilidad de activar los Servicios de personalización desde los ajustes. Según la empresa, este servicio mejora nuestra experiencia, pero lo que realmente hace es personalizar los contenidos y publicidad en las aplicaciones y servicios compatibles. Para lograrlo acceden a más datos además de lo anterior: información del dispositivo como ajustes, idiomas, conexiones con otros dispositivos, aplicaciones instaladas, música reproducida y fotos guardadas; historial de navegación y búsquedas (excepto modo privado o incógnito) y marcadores que tenemos en los navegadores; lista de contactos y la relación de llamadas y mensajes con otros dispositivos; acceso completo al calendario; y recopilan más información sobre la ubicación, además del GPS y las redes Wifi cercanas, a través del bluetooth, datos de Samsung Account, Mi perfil y servicios de Samsung e información relacionada con aplicaciones y servicios de terceros.

Personalmente, lo que me preocupa es quién controla y qué realmente, en este caso Samsung, pero lo hace cualquier compañía. ¿Están recopilando solo lo que están diciendo?

Por ejemplo, ¿quién controla que Samsung recopila todo lo último solamente cuando activamos los servicios de personalización y que no lo hace desde que adquirimos el teléfono? Algunas firmas de seguridad de vez en cuando hacen pruebas para ver qué tipo de datos están guardando, pero no hay ningún control oficial. No digo que lo estén haciendo, simplemente que no podemos saberlo si así sucediera.

Debemos tener cuidado con los teléfonos que son muy baratos. Muchos de compañías chinas que establecen precios muy bajos ponen en el teléfono aplicaciones para recoger aún más información de los usuarios. Como siempre digo, en este mundo nadie regala nada y todas las empresas tienen como objetivo ganar dinero, de forma directa a través del precio del dispositivo, o de forma indirecta vendiendo la información que generan los usuarios al usar el dispositivo.