Las horas de sueño suelen ser un punto bastante debatido entre las personas, y es que parece que no queda claro cuántas son las ideales para llevar una buena salud a largo plazo.

Si bien es cierto, la importancia y la cantidad de las horas que se dedican a dormir varían de acuerdo a la edad de las personas. Es por eso que aquellos que pertenecen a la tercera edad deben asegurarse de tener un sueño óptimo.

Pero, ¿a qué se considera óptimo? E incluso ¿pueden afectar las horas de sueño a la salud cerebral?

La revista JAMA Neurology publicó un estudio respondiendo a ambas preguntas. Un grupo de expertos dedicó tiempo a investigar a profundidad la posible relación entre dormir bien y enfermedades que afectan a la parte cognitiva del cerebro.

A través de diversos experimentos, llegaron a conocer que las interrupciones del sueño suelen ser habituales en la tercera edad. Además que está relacionada a la capacidad mental para pensar, aprender, razonar e incluso recordar.

Los investigadores analizaron a cada individuo para determinar la posible asociación entre la cantidad de horas que duermen, los factores demográficos, el estilo de vida, la función cognitiva (subjetiva y objetiva) y los niveles de beta amiloide; con los primeros signos de enfermedades como el Alzhéimer, la depresión y aquellas que afectan al corazón.

Según uno de los autores del estudio, "en la enfermedad de Alzhéimer, las proteínas amiloides-β comienzan a acumularse por todo el cerebro, pegándose en placas. Las placas amiloides son más propensas a aparecer a medida que envejecemos, y muchas personas con amiloide acumulado en el cerebro siguen estando sanas. Alrededor del 30% de las personas sanas de 70 años tendrán cantidades sustanciales de placas amiloides en su cerebro".

Dormir poco o en exceso afecta al cerebro

Durante el estudio se analizaron a unas 4.417 personas que rondaban los 70 años de edad.

Aquellas personas que manifestaron dormir poco (seis horas o menos) tenían niveles altos de amiloide. Factor que podría aumentar el riesgo de demencia, según indicó el autor principal del estudio, quien es investigador en la Universidad de Stanford.

Frente a los adultos mayores que dormían entre siete y nueve horas, los que tenían el sueño insuficiente obtuvieron resultados peores en las pruebas para evaluar la orientación, la atención, la memoria, el lenguaje y las habilidades visuales-espaciales.

En el caso de las personas que dormían demasiado (nueve o más horas) obtuvieron una puntuación mala en la prueba de sustitución de símbolos numéricos. Es decir, estos individuos también vieron afectada su parte cognitiva pero en menor medida.

Los investigadores llegaron a la conclusión que mantener un sueño saludable es de vital importancia en los últimos años de vida.

Uno de los autores aseguró que “además, tanto las personas que duermen poco como las que duermen demasiado tenían un mayor índice de masa corporal y más síntomas depresivos”.

Un dato que descubrieron mientras realizaban el estudio fue que mientras que consumir cafeína no afecta al sueño, ingerir bebidas alcohólicas aumentaba el número de horas que duerme una persona.

A pesar de los diversos datos que se encontraron, uno de los expertos sostuvo que “no pudieron evaluar la calidad del sueño ni el tiempo que se pasa en las diferentes etapas de un ciclo de sueño, cada una de las cuales puede ser un factor importante en el vínculo entre el sueño y la salud cognitiva”.