- Al menos 7.000 alumnos y alumnas de Navarra -según estima Educación- tienen dificultades a la hora de seguir con las clases de manera online, vía por la que se está siguiendo el curso escolar tras suspenderse la actividad presencial como consecuencia del confinamiento por el coronavirus.

Tras decretarse el estado de alarma los alumnos de todos los niveles educativos han sufrido un parón en su actividad, que ahora siguen de manera telemática, pero no todos disponen de acceso a internet o de un ordenador. No obstante, los centros y el departamento de Educación -junto a la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC)- ya trabajan para garantizar que estos alumnos reciben, aunque sea por otras vías, el material escolar necesario para no quedarse atrás.

En concreto, desde Educación se requirió hace unos días a los centros información sobre los alumnos que tuviesen alguna dificultad para hacer un seguimiento no presencial de las clases. Así, el departamento ha recibido más de mil comunicaciones de tutores y tutoras sobre necesidades tecnológicas, en el marco de este proceso informativo que todavía continúa abierto. No obstante, ya han contestado el 70% de los centros y, actualmente, Educación estima que unos 7.000 alumnos y alumnas tienen problemas para seguir con las clases vía online, del total de 77.297 estudiantes de todos los ciclos de enseñanza obligatoria de la red pública.

En este sentido, y con el objetivo de que estos estudiantes no se queden atrás, cada centro es el encargado de hacer llegar los materiales necesarios por otras vías, garantizando el acceso del alumnado o de sus familiares a los colegios. Para ello, el Ejecutivo ha incluido en su desarrollo normativo la consideración de servicio mínimo la actividad docente para atender las necesidades de este alumnado. Asimismo, Educación ha solicitado asesoramiento y apoyo a la FNMC para que, en el caso de que las familias no puedan desplazarse a los centros, sean los municipios los que gestionen la entrega y distribución de materiales escolares necesarios a través de la institución local que consideren.

Por otra parte, Educación ya estableció el acceso a clases online a todo el alumnado de 2º de Bachillerato -curso al que se le ha dado especial prioridad ya que los estudiantes tienen que prepararse para la EvAU-, a través de la distribución de equipos informáticos y conexiones a internet. En este sentido, el consejero de Educación, Carlos Gimeno, comentó el lunes en rueda de prensa que la semana pasada se detectaron veinte familias de 2º de Bachiller con dificultades de equipamiento, a las que se facilitó veinte ordenadores y nueve conectividades. "Estamos ante el experimento educativo más importante de la humanidad. Se ha pasado de clases presenciales a distancia sin manual de instrucciones", apuntó Gimeno, que añadió que esta situación ha obligado a realinear al profesorado, al alumnado y a los centros.

La brecha digital no es una desigualdad que haya surgido a raíz de la crisis del coronavirus, sino que es un problema que ya existía en la sociedad y que la situación actual de confinamiento no ha hecho más que agravarla. Jesús García, miembro de la Red Navarra de Lucha contra la Pobreza, explica que esta brecha genera una serie de desventajas a corto, medio y largo plazo: "Estas diferencias son más claras en tiempos de crisis o en situaciones excepcionales, pero su origen es anterior y generan un círculo vicioso, porque la distancia de este alumnado con el resto en la situación de partida agrava la desigualdad en el acceso a las oportunidades en el futuro".

En cuanto a las medidas para reducir la brecha digital, prosigue García, "deben ir más allá de actuaciones de urgencia", aunque en la situación actual sean "necesarias". "Para asegurar que la tecnología llega a la mayor parte de la población de forma estable, es importante que sean promovidas o lideradas por las administraciones públicas, considerándose como un bien de primera necesidad y no como un lujo", defiende.

En la misma línea, la presidenta de Herrikoa (Federación de Apymas de Navarra), María Rodríguez, aboga por que, en estos momentos más que nunca, "la Administración sea garante de los derechos educativos de todo el alumnado de nuestra Comunidad. Y para ello debe orquestar mecanismos tendentes a mitigar las desigualdades". Aunque la mayoría del alumnado sí que cuenta con acceso online, recuerda que son muchos quienes no pueden hacerlo y es en ellos en quien hay que pensar: "Es con este alumnado más desfavorecido con el que se debería trabajar y buscar soluciones".

Rodríguez incide en que, al igual que la autonomía digital del alumnado de ESO y Bachillerato es mayor que la de Primaria, considera que "se debería adecuar la actividad lectiva no sólo al nivel académico del alumnado sino también a su capacidad tecnológica".

Brecha digital. Cuando se habla de brecha digital se hace referencia a las diferencias entre las personas y grupos que utilizan de forma cotidiana las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para cubrir sus necesidades personales, educativas o laborales y aquellas que no lo pueden hacer o no saben cómo. Es decir, tiene que ver con problemas para acceder -al no disponer de ordenadores o móviles adecuados, internet en casa o datos suficientes- y/o para hacer un uso de calidad de los mismos -al no saber cómo utilizarlos de manera eficaz, o solo de forma muy limitada-.