Las fuerzas de seguridad griegas han iniciado este jueves por la mañana una operación para evacuar a los migrantes y refugiados que aún seguían en los restos del campamento de Moria, en la isla de Lesbos, y trasladarlos a las nuevas instalaciones habilitadas en los últimos días.

Unas 2.000 personas se encuentran en este campamento alternativo, al que este jueves han sido transferidas 450 personas más, según el diario griego 'Kathimerini'. El nuevo enclave puede albergar a un máximo de 5.000 migrantes, si bien fueron 12.000 quienes se quedaron sin techo tras la destrucción de Moria en unos incendios.

"Todo ha sido pacífico por ahora", ha afirmado el médico Gerhard Trabert, que trabaja para una de las numerosas agencias de ayuda desplegadas en esta zona, en declaraciones a la agencia DPA. Trabert estima que miles de personas seguían dentro o en los alrededores del campo incendiado.

Sin embargo, Médicos Sin Fronteras (MSF) se ha quejado en Twitter de que su equipo estaba "bloqueado" por la intervención policial de este jueves. El despliegue, ha advertido la ONG, "no debería limitar la atención médica", sobre todo teniendo en cuenta que MSF es "el único actor médico en la zona".