- Navarra y el Estado han llegado a un acuerdo para permitir que el déficit de la Comunidad Foral se sitúe en el 2,2% del PIB durante el ejercicio del año que viene, además de que la tasa de referencia de deuda sobre el PIB pasará en 2021 a ser del 19,9%, cuando ahora estaba en el 19,6%. En la práctica, supone que la Hacienda Foral podrá disponer de aproximadamente otros 450 millones de euros más de deuda -según estima el departamento- para afrontar las contingencias económicas derivadas de la covid, y que junto con el desplome recaudatorio -fruto del parón productivo durante el confinamiento- amenazan con poner en riesgo las finanzas públicas. El acuerdo, alcanzado ayer en el seno de la comisión coordinadora del Convenio Económico, llega después de que el Ministerio de Hacienda haya decidido suspender de forma temporal las reglas fiscales para los próximos dos años, y también después de que hace pocos días se decidiera fijar el déficit de 2020 en el 2,6% del PIB.

El déficit es un elemento clave para la elaboración de los Presupuestos, ahora pendientes de la fijación del techo de gasto y del inicio de las conversaciones entre los grupos para alumbrar las Cuentas de 2021. A priori, el acuerdo es positivo. Permitirá que a Navarra no le llegue el agua al cuello con un mecanismo que avala poder endeudarse hasta aproximadamente 450 millones más con el visto bueno del Estado -y por consiguiente de la Comisión Europea- en el caso de que las arcas forales lo necesiten.

Los grupos del Parlamento entienden que es una buena noticia, pero que se cometería un error si se pensara que de esta crisis se va a poder salir solo a base de deuda. Por esa razón, ayer tanto Geroa Bai, EH Bildu, como Podemos e I-E -todos los grupos y socios en los que se ha apoyado el Ejecutivo para sacar adelante los proyectos importantes hasta ahora- insistieron en la necesidad de que se refuercen los ingresos propios, en que se mejore la recaudación pública para minimizar la carga de la hipoteca que, necesariamente, va a tener que asumir Navarra para compensar el golpe económico.

Porque hay una cifra que martillea la tranquilidad del Gobierno desde hace meses: la previsión de caída recaudatoria de unos 538 millones de euros. A lo que se deja de ingresar hay que sumar lo que ha habido que gastar de forma imprevista: más de 200 millones para la crisis sanitaria. Es decir, hay un agujero de 738 millones que va a haber que compensar. La deuda es una opción, pero funciona como un lastre a medio y largo plazo. En la medida de las posibilidades, habrá que responder con ingresos propios -lo que se recauda por impuestos- y mediante la reorganización de partidas que no se hayan podido ejecutar por la pandemia.

Es una idea en la que insistió el primer socio del Gobierno, Geroa Bai. La portavoz de la coalición, Uxue Barkos, fue la primera en dar cuenta del acuerdo. Dijo que se trata de un paso “necesario en este momento de generar movimiento de financiación para los próximos meses”. Tener más margen de déficit “permitirá trabajar con mayor capacidad de acción y propuestas de crecimiento”. Pero, al mismo tiempo, “no puede ser la única herramienta de financiación”, consideró.

Es una idea muy similar a la de Adolfo Araiz, portavoz de EH Bildu. “Es positivo que exista la posibilidad de endeudarse”, celebró ayer Araiz. “Pero no puede ser la única posibilidad, porque sería sumar otra losa sobre la que ya tenemos”, dijo en referencia a los más de 3.000 millones de deuda de Navarra -en torno al 15% del PIB-. Para EH Bildu, es importante “generar ingresos estructurales”, es decir, los que dependen exclusivamente del ingenio recaudatorio de la Hacienda Foral.

Misma línea mantuvo Mikel Buil, de Podemos. “No debemos olvidar que la deuda de hoy son los recortes de mañana”. “Es momento de tomar medidas fiscales para amortizarla cuanto antes”, consideró. Algo similar a lo que dijo Marisa de Simón (I-E), también a preguntas de este periódico. “Podría haber menos deuda si hubiese tributación de grandes empresas y patrimonios, porque se puede y se debe ir a menos endeudamiento con ingresos propios”.

La línea más oficialista la mantuvo el portavoz socialista, Ramón Alzórriz. Celebró que el acuerdo permitirá “fortalecer” el sistema público y “reactivar la economía”, un objetivo clave para elaborar los Presupuestos de 2021, que estarán, dijo, muy pegados al desarrollo del Plan Reactivar Navarra-Nafarroa Suspertu. Mucho más parco en palabras fue José Suárez, a quien probablemente el anuncio -que se produjo durante el desarrollo de la Mesa y Junta- pilló un poco a contrapié. Enmarcó la noticia en la elaboración de los Presupuestos y se quejó de que en materia de endeudamiento “Navarra no ha sido tratada como merece”.

De la UE. Navarra y el Estado han llegado a un acuerdo en el seno de su comisión bilateral, la del Convenio. Pero lo cierto es que del Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado ayer, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, salió recomendando a las comunidades autónomas que fijen su déficit en el 2,2% a pesar de que las reglas fiscales hayan quedado suspendidas. Es, de alguna manera, una petición para que las comunidades autónomas no pierdan de vista que la crisis llegará un momento en el que habrá que pagarla. “No es un parámetro que obligue, ni exigible, no se vota, es orientativo y si no se cumple no se activa ningún mecanismo”, tranquilizó Montero, que aprovechó para indicar a los consejeros de Hacienda que las comunidades autónomas recibirán 10.000 millones del proyecto europeo REACT-EU. “Nunca antes en la historia se va a disponer de tantos recursos”.