los ángeles - Al menos 12 personas murieron y otras 25 -23 leves y 2 graves- resultaron heridas ayer en un tiroteo en un bar de Thousand Oaks, una localidad californiana de 130.000 habitantes cercana ubicada en el condado de Ventura, a unos 60 kilómetros de Los Ángeles (EEUU).

En el interior del local, el presunto tirador, Ian David Long, un exmarine de 28 años, se suicidó posteriormente, informó el sheriff del condado de Ventura, Geoff Dean. Este es uno de los sucesos más mortíferos de las últimas dos décadas en EEUU.

El incidente ocurrió en torno a la medianoche del miércoles, hora local -la madrugada peninsular- en el Borderline Bar and Grill, un local donde se celebraba una fiesta universitaria dedicada a la música country, a la que asistieron numerosos estudiantes de entre 19 y 26 años de la Universidad de Pepperdine, con sede en Malibú. Según testigos, un hombre armado irrumpió en el local y realizó en torno a una treintena de disparos de forma indiscriminada.

Los servicios de seguridad confirmaron que Long, de raza blanca y con numerosos tatuajes, llegó al bar en un coche de su madre. Cuando entró en el local, lanzó una bomba de humo y empezó a disparar hasta descargar a sangre fría al menos tres cargadores de la pistola que portaba -una Glock 21 de calibre 45 comprada legalmente-, suceso durante el cual Long no pronunció ninguna alguna.

El sheriff confirmó que Long fue miembro de la Armada de EEUU desde agosto de 2008 hasta marzo de 2013, y que había padecido estrés postraumático y del que solo constaban “hechos menores” como incidentes de tráfico en 2015 y en abril de este año. Según los agentes, “actuó irracionalmente”, ya que después de abatir al guardia de la entrada disparó de forma indiscriminada en el interior del local.

un policía, la víctima 12 Para avisar a los ciudadanos de la zona, el Departamento de Bomberos de Ventura indicó en Twitter tras el incidente: “Por favor, aléjense del área. Incidente de seguridad en activo. Se informa de múltiples heridos. Los detalles aún se desconocen”. Cuando llegaron los servicios sanitarios, la “trágica escena horrible” que vieron fue la de “sangre por todas partes”, relató Geoff Dean.

“No se sabe si el ataque estaba dirigido a los empleados o quién era el objetivo de los disparos, y todavía no sabemos si estamos ante un ataque terrorista”, continuó.

“Encontraron a personas escondidas en baños, en altillos”, explicó el sheriff, que resaltó que el sargento de la Policía, Ron Healus, de 54 años y quien contaba con 29 años de experiencia. Este formó parte del primer equipo enviado a la zona tras la llamada al 911 de los ciudadanos en la zona. Minutos antes de recibir el aviso del tiroteo, el agente estaba hablando con su esposa, de la que se despidió diciéndole “querida, me tengo que ir. Te amo”, explicó Dean.

Además, Healus tenía un hijo y un nieto, y planeaba jubilarse el próximo año. Fue alcanzado por “múltiples disparos”, explicó, por lo que murió en el hospital momentos después del tiroteo.

“Ron era un sargento de sheriff dedicado y trabajador. Estaba totalmente comprometido, lo dio todo y esta noche y murió como un héroe”, expuso Dean, ya que “entró para salvar vidas, para salvar a otras personas”.

Por el momento se desconoce la identidad del resto de las víctimas mortales, si bien trascendió que otro de los agentes de la Patrulla de Caminos de California, que acompañó a Healus tras recibir un aviso solicitando ayuda, resultó herido de bala. Asimismo, según Los Ángeles Times, otras personas recibieron cuidados médicos tras resultar heridos al escapar del tiroteo, aunque no presentaban heridas de bala.

banderas a media asta El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplaudió la “gran valentía demostrada por la Policía. Dios bendiga a todas las víctimas y a las familias de las víctimas. Gracias a las fuerzas de seguridad”, afirmó en Twitter.

Como muestra de “solemne respeto” a las víctimas de la matanza, el mandatario ordenó ayer que las banderas de todos los edificios federales ondearan a media asta por el crimen en el bar de Thousand Oaks, un barrio considerado seguro que se encuentra a 55 kilómetros al nordeste del centro de Los Ángeles. - Efe/E.P./D.N.

14 de febrero. Un exalumno expulsado por indisciplina lanzó varias bombas de humo antes de disparar con un fusil de asalto y matar a 17 personas en la escuela secundaria Stoneman Douglas, en Parkland (Florida).

18 de mayo. Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, mató a 10 personas en un instituto de Santa Fe, Texas. Además, las autoridades encontraron explosivos en los alrededores del colegio y en la casa y vehículo del asaltante.

28 de junio. Un hombre entró disparando a la redacción del diario local Capital Gazette, en Annapolis (Maryland), y mató a 5 personas antes de ser detenido por la Policía, que informó de que el atacante actuó por venganza.

26 de agosto. David Katz, de 24 años, originario de Baltimore (Maryland) y que participaba en un torneo de videojuegos en la localidad de Jacksonville (Florida), mató a 2 personas antes de suicidarse en el restaurante del centro comercial donde se celebraba el evento.

12 de septiembre. Un hombre mató a 5 personas y se suicidó en Bakersfield (California). Mató primero a su esposa, después a un empleado de una compañía de transporte, y persiguió a otro empleado hasta que lo mató cerca. Por último, entró en una casa y mató a otros dos hombres. Robó un coche y, cuando se encontró acorralado por la Policía, se suicidó.

20 de septiembre. Una mujer mató a 3 personas y dejó heridas a otras 3 antes de suicidarse en el centro de distribución de farmacias Rite Aid de la localidad de Aberdeen (Maryland), en el que era empleada temporal.

27 de octubre. Rob Bowers, un supremacista, mató a 11 personas y otras 6 resultaron heridas en el tiroteo en la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida, en Pittsburgh (Pensilvania).

Un tiroteo a la semana en escuelas

239 en cinco años. El Archivo Contra la Violencia de las Armas de Fuego ha contabilizado 239 tiroteos en escuelas y universidades estadounidense desde el 14 de diciembre de 2012, cuando Adam Lanza asesinó a su madre, a 6 adultos, y a 20 niños de entre 6 y 7 años antes de suicidarse en la Escuela Primaria de Newtown, en Massachusetts. Esto supone un tiroteo en una escuela cada 7 días y 13 horas, más de 4 al mes, aunque este año la media de tiroteos perpetrados en centros educativos está subiendo, ya que solo los 23 primeros días de 2018 hubo 11 incidentes con armas de fuego. Por tanto, es habitual en las escuelas estadounidenses llevar a cabo los lockdown, simulaciones en las que los estudiantes actúan como si se produjera un incendio o una matanza. Al respecto, Donald Trump aconsejó a los niños pedir ayuda a los adultos si se sienten “perdidos, solos, confundidos o asustados”.