Pamplona - La presente legislatura no conocerá una nueva ley del Euskera pero ha dejado sentadas las bases técnicas y políticas para que en la siguiente se aborde la actualización a fondo de la legislación que procede de 1986 para adaptarla la actual realidad legal y sociolingüística si los grupos que ayer aprobaron el informe final (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos Ahal-Dugu e I-E) renuevan la mayoría parlamentaria en mayo. El PSN se desmarcó de esta conclusión (hizo un voto particular defendiendo la actual ley) y UPN y PP ni siquiera han participado en los trabajos que durante 8 meses han servido para conocer y contrastar visiones diferentes sobre este tema aunque los regionalistas volvieron ayer para votar en contra. La comisión especial del Parlamento de Navarra para la elaboración de una nueva ley foral del euskera ha concluido que “el estatus legal” de esta lengua “debe ser revisado” y que, para ello, “debe darse un proceso de diálogo y acuerdo político”.

Deja esta “responsabilidad” en manos de los grupos parlamentarios, en “la forma y el ritmo que estimen oportuno en este momento de la legislatura”. Además, la posibilidad de extender la oficialidad del euskera queda pendiente de “una decisión política e institucional”.

En concreto, el informe concluye que, transcurridos más de 30 años desde la promulgación de la ley del Vascuence, “el estatus del euskera debe ser revisado, responsabilidad” que la comisión especial deja “en manos de los grupos parlamentarios. Independientemente de la valoración que se pudiera hacer de lo que ha dado la ley foral del euskera, el estatus legal actual del euskera en Navarra y, especialmente la ley, no es adecuado, ha quedado obsoleto y debe ser renovado y adaptado, en una dirección y medida a acordar”, recoge el texto.

El texto indica que la zonificación lingüística que estableció la ley foral del euskera “no responde a la realidad y a la evolución sociolingüística de Navarra”. Y también considera que “cuando se creó no estuvo basada en un criterio científico o sociolingüístico”. La comisión especial apela a las nuevas herramientas que, para el fomento de las lenguas minorizadas y la protección de los derechos lingüísticos, se ofrecen en la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias de 1992, la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos de 1996 y el Protocolo de Derechos Lingüísticos de 2017. Y llama a “adecuar las relaciones sociales, institucionales y ciudadanas a los nuevos parámetros derivados de la evolución cultural y del impacto de las TIC”.

En lo relativo a la zonificación lingüística establecida a partir de la ley del Vascuence de 1986, se cuestionan los criterios que la alentaron, “nunca explicados, recogidos y argumentados”, y se subraya que “ni siquiera quienes ejercieron responsabilidades de gobierno en aquella época han sido capaces de aclarar el fundamento científico y técnico” de aquella decisión. Por eso, en lo tocante a la extensión o no de la oficialidad del euskera a todo el territorio, “cuestión nuclear” de todo este debate, se apunta que, si bien el Parlamento de Navarra “no ha mostrado una conformidad explícita, la mayoría tampoco excluye esa posibilidad”. Así, se acuerda que la determinación de plantear o no la extensión de la oficialidad queda pendiente de una “decisión política e institucional” que, previo “acuerdo motivado”, debería “aclarar todos sus efectos”, de manera que las “diferentes visiones existentes” al respecto dejen de ser un obstáculo.

voto particular del psn La Comisión Especial, por consiguiente, manifiesta que el estatus legal del euskera debe ser revisado, y que para ello debe darse un proceso de diálogo y acuerdo político. La Comisión ha realizado un trabajo imprescindible y fundamental en ese proceso -intercambio de opiniones, reflexión y debate profundo, recopilación de información y de propuestas-, pero considerando que el proceso no se ha agotado y que la Comisión tenía para realizar su tarea un plazo que ya se ha prolongado, deja en manos de los grupos parlamentarios del Parlamento de Navarra la responsabilidad de finalizar el proceso, para que lo gestionen en la forma y el ritmo que ellos estimen oportuno en este momento de la legislatura. Por su parte, el voto particular insertado a instancias del PSN, que contó con el apoyo de UPN, defiende la vigencia de los principios que inspiraron la ley del Vascuence de 1986. Sobre la comisión, si bien considera que ha dado entrada a “aportaciones enriquecedoras”, cree que no tenía recorrido al verse que había que modificar la Lorafna.

Oficialidad legal, progresividad real

Valoraciones. La ronda final de los partidos no ofreció grandes novedades respecto a las planteadas al inicio de esta comisión y a lo largo de su maratoniano desarrollo. La afirmación de Miguel Izu señalando que para establecer la cooficialidad había que cambiar el Amejoramiento la dejó tocada de salida, aunque ha habido aportaciones interesantes desde la diferencia. Al final, por criterio político o cálculo electoral, el cuatripartito no ha hecho valer su mayoría en esta legislatura, aunque es cierto que muchos expertos aconsejaron elevar el nivel de consenso. La postura de I-E era el punto débil de esta cadena aunque en la sesión de ayer, su portavoz Nuin, dejó abierta una puerta al futuro que pasaría por “conjugar la oficialidad con la modulación territorial de la política lingüística”, frase un tanto abstracta que igual recoge leyes de otros lugares donde la lengua es oficial en todo el territorio, pero este derecho se concreta de forma gradual. ¿Cuadrando círculos...?