pamplona - “Los jóvenes ven las apuestas como una extensión más del deporte”, apuntó Vanesa Gargallo, psicóloga de Aralar. La normalización del negocio de las apuestas es algo que preocupa a las asociaciones que trabajan los problemas de adicción, y es que, en la actualidad, realizar pronósticos deportivos con amigos se ha convertido en “una actividad social más”, señaló Gargallo. “Para los chavales a los que les gusta el fútbol apostar se convierte en una manera de vivir el deporte. Tienen lo que llamamos ‘ilusión de control’, creen que saben lo que hacen y que controlan el juego”, matizó.

También para Cristina Illescas, directora del programa Aldatu de Proyecto Hombre, las apuestas son un tema “que se ha banalizado mucho. Con el tabaco o el cannabis hay una conciencia de que su consumo es una conducta de riesgo, sin embargo parece que con las apuestas no pasa nada”, manifestó.

precariedad Aunque el perfil socioeconómico de las personas que apuestan es bastante heterogéneo, la precariedad es un factor que puede influir en el aumento del juego. Tal y como explica Asier Zafra -un estudiante navarro de Trabajo Social y Educación Social en la Universidad de Deusto- en su Trabajo de Fin de Grado La incidencia de las apuestas deportivas en la población joven de 18-25 años, la precariedad de algunos jóvenes “no hace que caigan en las apuestas, pero sí una vez que lo hacen ven en el juego una vía para ganar dinero”. - U.Y.