pamplona - El llamado procedimiento monitorio -el proceso de referencia para reclamar deudas entre particulares en los juzgados que se tramita de una forma ágil- sigue en la cresta de la ola. Los fondos buitre, compañías extranjeras con sedes fiscales de lo más exóticas asentadas en Malaysia, Luxemburgo o Noruega, que se dedican a adquirir macropaquetes de deuda a entidades bancarias y a multinacionales, es posible que le hayan hecho alguna visita en los últimos meses en el caso de que figuren en algún archivo de morosos. Estos fondos son ahora el motor principal de este tipo de reclamaciones en la jurisdicción civil, que en el caso de los juzgados y tribunales navarros llegan a sumar una quincena de pleitos al día.

Según el informe que elabora cada trimestre el Consejo General del Poder Judicial sobre los Efectos de la crisis en los órganos judiciales, entre enero y marzo se constató un aumento del 23,2% en los monitorios, procedimientos que sirven para reclamar deudas dinerarias líquidas, determinadas, vencidas y exigibles, e incluyen las cantidades debidas en concepto de gastos comunes de comunidades de propietarios de inmuebles urbanos. En total, en el primer trimestre de 2019 se incoaron 1.525 monitorios frente a los 1.238 del año anterior. La cifra alcanzada el último trimestre supone un repunte de la tendencia que se venía reflejando en los últimos años, puesto que en 2017 solo se registraron 1.143 procedimientos de este tipo en el mismo periodo mientras que en 2016 habían llegado a 1.448. La aparición de los fondos buitre, entre 2014 y 2015, provocó que los juzgados navarros alcanzaran más de 2.000 monitorios por trimestre por aquel entonces en unas cifras nunca alcanzadas y que no se han vuelto a repetir.

adquieren varios paquetes de deuda Estas sociedades extranjeras han ido adquiriendo a las entidades bancarias españolas grandes lotes de deuda que dieron por incobrable y que las sociedades compraron a precio de saldo. Después de adquirirla, la deuda no vincula al moroso con la entidad bancaria, sino con el fondo buitre, que utiliza todo tipo de artimañas para que finalmente el monitorio consiga saldarlo con éxito. Entre estas maniobras no escatiman en advertir al deudor de las dificultades para obtener otros préstamos o financiaciones o incluso amenazan con que su aparición en una lista de morosos le podría dificultar la contratación de algunos suministros. La diversa casuística a la que puede obedecer este tipo de reclamaciones ha hecho, sin embargo, que a día de hoy sean varios los sectores que más deudas reclaman y, entre ellos, no podía faltar el sector financiero.

la deuda sería con la empresa Y NO CON EL BANCO Por tanto, la deuda ya no la tendría el cliente con el banco sino con la empresa de recobro. Además, las empresas de telefonía y proveedores de Internet son otras de las grandes especialistas en el cobro de monitorios a cualquier precio y muchas de estas reclamaciones terminan siendo saldadas porque el deudor no se opone, ya que en caso de que lo hiciera es posible que tuviera razón porque la deuda que se le reclama es injusta. Cada vez se reclama por cantidades más pequeñas, en cuanto una factura es devuelta de la entidad bancaria correspondiente, ya sea por 1 o por 1.000 euros, se presenta el procedimiento.